País

Rector de UCR: ‘Las víctimas de acoso sexual tienen que contar con nuestra solidaridad y empatía’

El rector de la UCR, Henning Jensen, aboga por cambio en normativa universitaria

“Como administración debemos responder a las normas y a los principios de legalidad, pero es que en estos casos (de acoso sexual) hay también una verdad subjetiva, una verdad existencial, la verdad de las víctimas. Esa verdad subjetiva, esa verdad existencial, esa verdad derivada de la experiencia, tiene que ser tomada con absoluta seriedad y las personas tienen que contar con nuestra solidaridad y con nuestra absoluta empatía”.

De esta manera reaccionó el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Henning Jensen Pennington, luego de que UNIVERSIDAD publicara el miércoles los testimonios de 10 mujeres (estudiantes, exestudiantes y egresadas) que aseguran haber sufrido insultos, comentarios obscenos y proposiciones sexuales por parte del catedrático de la Facultad de Derecho, Mainor Enrique Salas Solís, de 49 años.

En esa publicación se indicó que, en el 2015, Salas fue sancionado con 8 días de suspensión cuando se determinó que había cometido una “falta grave”, por hostigamiento sexual contra una estudiante de 20 años de edad.

Sobre el caso, el decano de la Facultad de Derecho dijo a UNIVERSIDAD que conocía de los “rumores” y la “leyenda negra” sobre ese docente, pero argumentó que no podía actuar porque no se presentaban denuncias formales con excepción del caso del 2015.

El rector Jensen expresó ayer que ese tipo de argumentos “no son de recibo”.

“Creo que no debemos practicar un reduccionismo normativo, si nosotros solo vemos el fenómeno desde la perspectiva legal, estamos viendo solo una pequeña parte del fenómeno y estamos invisibilizando el sufrimiento de las personas, que es lo que más importante en todo esto. Entonces, no podemos tomar esas comunicaciones o esas noticias que nos llegan como un rumor y menos como una leyenda. Una leyenda por definición es una narración fantástica y aquí no hay ninguna fantasía, aquí hay sufrimiento, dolor de personas concretas, de seres humanos”, manifestó el jerarca de la universidad.

Jensen agregó que las autoridades universitarias deben desarrollar la “capacidad de escucha” y someter a revisión las informaciones que reciben. “Vamos a tener que entrenar a todas las universidades universitarias en este tipo de asuntos, para que no se desvirtúe el relato confidencial de una estudiante en un rumor”.

Además, destacó que la libertad de cátedra consiste en la libertad de “expresar opiniones, visiones del mundo, posiciones políticas, filosóficas y religiosas”, pero “jamás” puede ser extendida a la libertad de hablar como cualquier persona quiera, incluso hablar de una manera agresiva o vulgar”.

Cambios en normativa
Además de estos aspectos, el rector de la UCR señaló que se deben realizar cambios en la normativa universitaria que regula el hostigamiento sexual.

Actualmente, cuando se dan estos casos, las personas afectadas deben presentar la denuncia en la Comisión contra el Hostigamiento.

Para el proceso se crea una comisión instructora con tres funcionarios (por ejemplo, docentes de diversas áreas) y las víctimas cuentan con el acompañamiento psicológico y legal de un equipo interdisciplinario adscrito al Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM).

No obstante, estudiantes y funcionarias han expresado algunas preocupaciones sobre el reglamento y el proceso, por ejemplo, que muchas veces se extienden los plazos.

También, que la calificación del tipo de falta se realiza con amplio margen de interpretación por parte de la comisión instructora, pues el reglamento no especifica cuáles conductas deben ser consideradas leves o cuáles son graves o muy graves.

Además, se cuestiona que, pese a que algunas acciones sean consideradas faltas graves, en esos casos la sanción máxima es de apenas ocho días de suspensión, a diferencia de lo que ocurre en otras instituciones en que se puede suspender por varios días.

Para que haya un despido, la comisión instructora debe determinar que se trató de una falta “muy grave”.

Sobre estos temas, el rector Jensen manifestó que la normativa debe ser modificada para “actuar con mayor celeridad”.

“Yo creo que todas y todos podemos comprender que las situaciones de hostigamiento sexual, y en realidad de todo tipo de hostigamiento, producen un desgaste emocional, un sufrimiento subjetivo muy grande, y si nosotros tenemos una normativa que no nos permite actuar con esa celeridad deseable, lo que hacemos es provocar situaciones de injusticia y postergar la toma inmediata de decisiones”, expresó el rector.

“Yo abogaría por una revisión de la normativa, siempre manteniendo los derechos constitucionales que a todos corresponden”, agregó.

El rector estimó que una sanción de ocho días para una falta grave no es proporcional al “daño causado”.

“Es negativamente desproporcionada al daño causado. Me parece que debería darse una sanción mucho más grande, de mucho mayores consecuencias por este tipo de asuntos que ahora se ventilan. En muchas universidades del mundo, y yo conozco los casos, las personas reciben un despido inmediato. Entonces yo también abogaría porque las sanciones fuesen más severas, siempre manteniendo derechos constitucionales (al denunciado)”, explicó.
El rector adelantó que presentará este tema ante el Consejo Universitario.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido