El Parque Nacional Volcán Poás reabrirá sus puertas a partir de este viernes 31 de agosto, luego de 16 meses de permanecer cerrado por una intensa y peligrosa actividad volcánica. Sin embargo, los vecinos y comerciantes sienten incertidumbre sobre su situación económica, ahora que las condiciones de visita al sitio serán distintas.
Los vecinos reconocen que, durante este tiempo han tenido que pensar en otras alternativas de negocios, y temen que las nuevas condiciones bajo las que se abrirá el parque, hagan que la gente no se anime a visitar el sitio como antes.
Este miércoles por la mañana, en una visita que realizó el presidente Carlos Alvarado junto con autoridades del sector informaron que, a partir de ahora, las visitas al Poás tendrá una serie de restricciones y cambios.
Por ejemplo, para ingresar al sitio los visitantes deberán de comprar las entradas previamente a través del sistema de reserva en línea. Las personas podrán ingresar en grupos de 50 personas y únicamente será permitido estar 20 minutos en el mirador.
Además, el máximo de personas que podrá visitar el Poás serán 1050 personas, una cifra que anteriormente, podía alcanzar hasta los 4000 visitantes los fines de semana o los días feriados de acuerdo con los administradores del centro.
“Es algo muy positivo, pero también existe otro nuevos retos que implica esta reapertura porque a la hora de reabrir el parque con las nuevas condiciones, hay que tomar en cuenta nuevas formas de hacer negocios y de hacer comercio y nuevas formas de relacionarse los vecinos con el turista”, indicó, Luis Salazar, quien es el vocero de la Comisión de reapertura del Volcán y miembro de la Cámara Turística de la Zona del Poás.
Pese a las circunstancias que tuvieron durante estos meses, Salazar contó que la experiencia ha sido una oportunidad para que los comerciantes piensen en nuevas ideas formas de negocio con las cuales seguir trabajando, así como lo hacían antes del cierre del volcán.
La idea de los negociantes es poder diversificar las opciones de comercio, más allá de locales de comida, ventas de fresas o quesos y ofrecer una propuesta que abarque actividades de aventura o caminatas, en caso de que no consigan entradas para ir al volcán. “Se trata de que si la gente viene y no puede conseguir entrada para el volcán, vaya a otro lugar”, dijo Salazar.
Los comerciantes planean buscar financiamiento para colocar un puesto en el que pueda vender entradas para aquellas personas que por algún motivo se les dificulta adquirirlas por medio de la plataforma digital del Sinac.
“También queremos desarrollar una estrategia de la comunidad para ofrecer tiquetes a la gente que no pudo hacer el proceso de reservación, o no tiene tarjeta de crédito. Queremos establecer una oficina” añadió el vocero.
Más allá de las buenas expectativas, Salazar acotó que saben que se trata de un proceso que deberán de construir paulatinamente y que deberán de fortalecer a través de la publicidad.
“Con franqueza, todo el mundo está en incertidumbre aún, ¿por qué? Porque son nuevas condiciones de apertura, entonces, quizá, la gente ya no se anime tanto a venir. Aquí es un proceso paulatino de aprendizaje para que la gente diga: Mirá vamos. Sabemos que nos espera un trabajo muy fuerte de publicidad para decirles que nos pueden venir a visitar y ver qué otras opciones tenemos”, añadió Luis Salazar.
La ministra de Turismo María Amalia Revelo, explicó que a partir del fin de semana, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) circulará un inserto en el que explicarán a los costarricenses cómo funcionará el parque con la nueva metodología, a partir de ahora.
“La apertura del parque será diferente, y hay que contarle a los costarricenses que no va a ser como antes. Que no pueden venir a quedarse las horas que sean. Que no pueden venir a hacer pic nic, sino que va a ser una experiencia diferente. Una experiencia muy interesante”, dijo Revelo.
“Creo que eso va a ser una ventaja para que la personas venga pero que también almuerce y busque otros lugares y poder diversificar el producto”.
Apenas unos meses después de que las autoridades anunciaran el cierre del Parque Nacional, las consecuencias de la baja visitación pasó una factura cara a los vecinos poaseños, quienes durante este último año, vieron cómo sus ingresos se redujeron sustantivamente.
Un estudio que realizó la Universidad de Costa Rica (UCR), a mediados del 2017, señaló que las ventas de productos y servicios aledañas al sector se redujeron en un 71% También determinaron que, las ganancias de los vecinos que tenían negocios se redujeron de ₡700 mil a ₡40 mil, aproximadamente.
Muchos de estos negocios, para sobrevivir a la situación tuvieron que reducir personal, cambia, variar su oferta en días o incluso, cerrar del todo.
Puertas abiertas
En la actividad de este miércoles estuvieron jerarcas como el ministro de Ambiente, Carlos Rodríguez, la ministra de Turismo, Maria Amalia Revelo, el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Alexander Solís, la directora del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), Grettel Vega, el director del Área de Conservación Central, Rafael Gutiérrez, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fidel Jaramillo.
También asistieron representantes de la Cámaras de Comercio de la región, de la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (Fundecor), Asociación Costa Rica por siempre y vecinos de la comunidad.
Los jerarcas manifestaron que las medidas que aplicarán a partir de ahora, corresponden a un sistema de gestión de riego en el que trabajó el Sinac en conjunto con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), la Comisición Nacional de Emergencia, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), y organizaciones no gubernamentales como la Asociación Costa Rica por Siempre y Fundecor.
De acuerdo con las autoridades, la inversión del proyecto tuvo un costo de ₡77 millones provenientes del Segundo Canje de Deuda con Estados Unidos.
Una vez culminó el anuncio oficial de la reapertura, las autoridades realizaron una visita por el mirador junto con la prensa para observar parte de modificaciones que fueron incorporadas en el lugar.
Seguridad
Entre las medidas que fueron anunciadas destaca que el acceso de los visitantes será permitido únicamente a través de entradas que deberán de adquirir los visitantes previamente a través del sistema de reserva en línea en la dirección www.sinac.go.cr. Los usuarios podrán adquirir un máximo de 10 entradas por transacción.
La cantidad de personas que podrán visitar el sitio diariamente será de 1050 personas, y el ingreso quedará restringido a grupos de 50 personas.
Además, se construyeron 5 refugios con el fin de que los visitantes tengan un lugar seguro al que puedan recurrir en caso de que el volcán incremente su actividad.
Los visitantes deberán de utilizar cascos protectores y deberán de este atentos al uso de mascarillas en caso de que sea necesario.
Para monitorear las condiciones del volcán se instalaron dispositivos y medidores de gases en tiempo real para detectar cualquier cambio y afectación.
Aún no se habilitará el paso hacia el sendero que dirige a la Laguna Botos no se habilitará por el momento, ni las zonas de picnic.
El costo de las entradas para el volcán no varía, para nacionales tendrá un valor de ₡1000, para niños ₡500 y $15 no residentes.
El Parque Nacional Volcán Poás cerró las puertas en el mes de abril del 2017, debido a un incremento en la desgacificación volcánica que generó emancipación de material volcánica como piedras y cenizas.
Esta situación produjo las autoridades como la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) o el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) alertaran de una preocupación por el riesgo que corrían los visitantes al entrar al parque.
Desde entonces, las puertas del centro se han mantenido cerradas y los vecinos de la zona que tenían negocios y dependían económicamente de la visitación turística para dar sustento a sus familias, sufrieron una caída que golpeó sustantivamente sus ingresos.