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Pruebas de saliva están a dos pasos de pruebas clínicas

Las pruebas clínicas son la segunda fase del proyecto. Las pruebas in vitro (primera fase) utilizando genes sintéticos lograron una sensibilidad del 94.4 % y una especificidad del 100 %.

Las pruebas de saliva RT-LAMP para el diagnóstico del COVID-19 desarrolladas por la Universidad de Costa Rica se encuentran a dos pasos de ser sometidas a las pruebas clínicas. Así lo señaló a UNIVERSIDAD el grupo de científicos al frente del proyecto.

De acuerdo con el grupo interdisciplinario que propone implementar su uso en el país, para realizar las pruebas clínicas solo les hace falta la aprobación del protocolo por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), así como el visto bueno del Consejo Nacional de Investigación en Salud (Conis). 

“Nosotros necesitamos ahorita el oficio que ratifique el aval de la CCSS para trabajar en el proyecto y posteriormente el envío a Conis y que ellos nos den la aprobación para empezar a ejecutarla. Existe el protocolo, los recursos humanos e incluso económicos, pero no podemos empezar sin que Conis dé el aval”, señaló la directora del Centro de Investigación en Cuidado de la Enfermería y Salud (CICES) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Vivian Vílchez. 

Este tipo de test tiene por objetivo el diagnóstico rápido del virus. Para realizar este tipo de test, se toma la saliva de la persona, la cual se calienta a 95 grados Celsius para amplificar posibles trazas del virus; el resultado se obtiene sin necesidad de laboratorios de biología molecular u otros equipos especializados, como los que se requieren con las actuales pruebas de tipo RT-PCR.

Su resultado se manifiesta como un cambio de color en la muestra: amarillo en caso de que sea positivo y rojo si la prueba da negativo.

De acuerdo con el investigador de la Escuela de Biología, Andrés Gatica, una vez que se cuente con estos permisos, la idea es  verificar los kits comerciales con muestras de saliva. “En esta segunda fase nosotros vamos a verificar la presencia del virus en la saliva utilizando RT-LAMP y vamos a confirmarlo mediante PCR en tiempo real”.

Las pruebas clínicas son la segunda fase del proyecto, el cual obtuvo como resultado en las pruebas in vitro (primera fase) utilizando genes sintéticos, una sensibilidad del 94.4 %  (capacidad de la prueba para detectar la enfermedad) y una especificidad del 100% (exclusión de los individuos sanos). De acuerdo con los investigadores, esto significa que la prueba tiene gran potencial para ayudar al diagnóstico del COVID-19.

“La primera fase consistió en la verificación de los parámetros de sensibilidad y especificidad de kits comerciales para la detección del virus SARS-CoV-2 utilizando la técnica RT-LAMP y material sintético del virus”, destacó el investigador de la Escuela de Biología, Andrés Gatica.  

Por su parte, el director del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (INIFAR) de la UCR, German Madrigal, externó que estas pruebas serán complementarias a las de RT-PCR y no las sustituyen.

“No pensamos en sustituir las pruebas de PCR. Son una herramienta para agilizar tiempos y además hacer rastreo epidemiológico, es complemento al PCR. Ante la gran demanda, aplicaríamos prueba con alta especificidad y sensibilidad, para así poder rastrear el virus más rápidamente y barato”, destacó German Madrigal. 

Según los investigadores, las pruebas tendrían un costo entre los $15 y $20.

Madrigal externó también que estas pruebas podrían ser funcionales a futuro para diagnosticar otras enfermedades. 

“Esto nos va a servir para el futuro, nos va a dar línea. Hasta este año se han estado validando kits de diagnóstico para el mismo Ministerio pero luego se puede utilizar en otro tipo de epidemias o enfermedades que ya tenemos. A partir de esta base que está ya armada va a ser más fácil hacer diagnóstico de enfermedades, epidemias y pandemias”, mencionó.

Uno de los aspectos que plantea la propuesta es el desarrollo de un modelo que permita un diagnóstico utilizando grupos de muestras. Este está siendo desarrollado en conjunto con un equipo de matemáticos de la Universidad.

Actualmente el equipo interdisciplinario conformado por 20 investigadores se encuentra haciendo los trámites para inscribir las pruebas clínicas (segunda fase) ante la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR.

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