El proyecto del Fondo de Avales presentado por el gobierno a la Asamblea Legislativa, busca poner a disposición de las personas y empresas $300 millones, con el fin de que retomen sus actividades productivas, reactiven los empleos afectados, puedan operar hasta que pase la crisis y recuperen sus niveles de actividad anteriores a la pandemia de COVID-19.
Así lo afirmó, esta tarde, Pilar Garrido, ministra de Planificación y Coordinadora del Equipo Económico, quien atendió las preguntas de la ciudadanía junto con el presidente del Consejo Nacional se Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), Alberto Dent.
La funcionaria explicó, durante una conferencia virtual desde Casa Presidencial, que los cuatro objetivos buscados por el Fondo de Avales son: proteger el empleo, proteger el tejido productivo, reactivar el crédito aliviando el flujo de caja de las empresas y generar las condiciones para una recuperación de las empresas que reactive la economía.
Garrido resaltó que la Asamblea Legislativa ya se ha manifestado a favor del proyecto, “lo cual presagia una rápida tramitación”.
El fondo será financiado con $300 millones que serán provistos por un crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica, el cual será administrado por el Instituto Nacional de Seguros (INS) mediante un fideicomiso, siguiendo lo que indiquen el reglamento del Fondo y su Consejo Rector.
El gobierno actuará como fiador del 80% de los créditos para que las empresas afectadas por Covid-19 tengan acceso al dinero, bajo el compromiso de resguardar los empleos de las personas mientras dure el crédito. El otro 20% del riesgo lo asumirán los bancos intermediarios y las empresas y personas que los adquieran.
Dent explicó que, para obtener los créditos, las personas o empresas “deberán probar a los bancos que pueden sobrevivir y eventualmente pagar el crédito hasta en un plazo de 15 años pagando una tasa de interés mucho más baja y readecuando todas las operaciones, con la garantía de que volverán a producir los mismos niveles de empleo de antes de la pandemia”.
El funcionario resaltó que este Fondo y el instrumento recientemente anunciado por el Banco Central de Costa Rica “tienden la mano a bancos y empresas, para que reestructuren sus operaciones y puedan devolver sus empleos a quienes resultaron afectados” por la crisis sanitaria.
“Es un instrumento único, en momento único para que, ojalá, la recuperación económica pueda darse rápido, en momentos en que el país registra 550 mil personas desempleadas”, agregó.
Por su parte, la ministra Garrido resaltó que, “con el apalancamiento, esos $300 millones se convertirían en $3.000 millones, por lo cual es posible beneficiar a muchísimas micro, pequeñas y medianas empresas”.
Garrido afirmó que, según la proyección de la Superintendencia de Entidades Financieras, el Fondo de Avales puede beneficiar a unas 18 mil empresas, esto es, cerca del 20% de las 90.400 empresas del país.
El Fondo “no excluye a ninguna empresa por su giro, tamaño o ubicación geográfica y se espera que beneficie especialmente a los sectores más golpeados por la crisis, como los de turismo, transportes, comercio, con capital de trabajo y readecuaciones de pagos”, añadió.
A su vez, Dent resaltó que “uno de los principales beneficiarios será el sector turismo. Recientemente manifestaron que necesitaban de unos $200 millones y más de un 60% de las carteras de turismo ya están reestructuradas”.
“El Estado le está quitando ese riesgo a los bancos –que era un gran riesgo para los bancos-. El aval lo emite directamente el INS a nombre del Ministerio de Hacienda, el riesgo que toman los bancos es el riesgo del Gobierno de Costa Rica”, explicó.
“La empresa debe sentarse con su banco a hacer una proyección de lo que sucederá cuando empiece a recuperar los clientes y solicitar los años de gracia necesarios para llegar a ese punto”, añadió.
“Se tiene que definir el reglamento respectivo, pero lo más importante es dar la garantía a las personas y empresas de que tengan acceso al crédito, a 15 años plazo, con bajos intereses”, enfatizó.
Sin embargo, el Fondo no es para la creación de nuevas empresas, las que deben recurrir a los instrumentos usuales, como los bancos, el Sistema de Banca para el Desarrollo o Fodemipyme, dijo Garrido.
“Esto es para todas las empresas que se han visto afectadas por COVID-19. Si antes de la pandemia tenían problemas para sobrevivir, tendrían que demostrar que podrán hacerlo. Tienen que estar al día antes de la pandemia”, agregó Dent.
“Necesitamos que la gente ‘se moje’, no es para empresas que se guarden su capital. Deben contribuir, así como el Estado. Los bancos deben hacer el análisis de riesgo y pedir las garantías respectivas a las empresas”, dijo.
Garrido explicó que las tasas de interés y los plazos de los créditos del Fondo de Avales dependerán de la reglamentación y de los propios bancos, pero estos deberán buscar las condiciones que más favorezcan a las empresas, los plazos más largos, etc.
Dent, por su parte, enfatizó en que “no pretendemos que nadie se haga millonario con estos avales, vamos a pedir a los bancos que den las mejores tasas, plazos, etc., pero sí esperamos el sacrificio de todo el mundo”.
Finalmente, Garrido resaltó que “ya los bancos públicos anunciaron ayer que se preparan para hacer efectivo este Fondo de Avales y para mitigar el efecto de la pandemia”