- Por Oscar Laski
Brasil, guiado por su líder Neymar, alcanzó la gloria en el mítico estadio Maracaná al ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Rio, el único lauro que le faltaba al país del pentacampeón mundial.
Neymar anotó el gol que dejó el 1-1 en el tiempo regular y el alargue y cerró la tanda de penales con la ejecución del quinto y último (5-4), desatando una euforia incontenible entre los 63.000 torcedores que completaron el Maracaná.
Apenas anotó el gol definitorio, el menino se deshizo en lágrimas, como descargando la enorme presión que soportó sobre sus espaldas luego de los sucesivos fracasos de la seleçao en solo dos años, con la cuenta de su Mundial-2014 y las Copas América de Chile-2015 y Estados Unidos-2016.
Tras el partido, Neymar anunció que dejaba de ser capitán de la selección brasileño.
“Hoy me he consagrado campeón y entrego el brazalete de capitán, fue algo que recibí y la honré con cariño. Fue un honor ser el capitán pero a partir de hoy dejo de serlo”, afirmó el astros del Barcelona. “Le mando este mensaje a Tite (flamante nuevo seleccionador de Brasil en reemplazo de Dunga) para que a partir de ahora él pueda buscar otro capitán”.
Y de todas las medallas en juego, la del fútbol masculino era la más deseada para los 200 millones de brasileños, que la necesitaban como un bálsamo para calmar las heridas del humillante 7-1 que le propinó Alemania hace dos años.
Brasil ganó el oro porque volvió a las fuentes del jogo bonito, el que engalanaron Pelé, Zico, Rivelino, Ronaldo y del que Neymar se perfila como el heredero.
“Nuestro fútbol está vivo, esto es una recuperación de nuestra autoestima”, aseguró emocionado el DT de Brasil, Rogério Micale.
“El torcedor debe saber que no todo está perdido. Necesitábamos de un acierto y hoy pudimos darle a nuestro pueblo un poco de felicidad”, agregó.
En cambio, Alemania no pudo completar la hegemonía casi total en el fútbol mundial: su equipo femenino acababa de coronarse en Rio-2016 y el seleccionado mayor es el actual campeón del mundo.
Farah y Allyson Felix se consagran
Lejos del Maracaná, en el estadio Olímpico, el británico Mo Farah y la estadounidense Allyson Felix se metían en los libros de records.
Farah, británico de origen somalí de 33 años, logró su segundo doblete olímpico al ganar este sábado el oro en 5.000 metros de Rio-2016, después de haberse impuesto en 10.000 m. Ya había realizado el doblete también en Londres-2012.
Allyson Felix, por su parte, logró un inédito sexto oro en el atletismo olímpico femenino cuando el equipo de Estados Unidos se proclamó campeón de relevos 4×400 m.
La vigente campeona de mundo de la distancia, de 30 años, corrió el último relevo de la prueba y cruzó la meta en un tiempo global de 3:19.06.
Esta fue la sexta victoria consecutiva de Estados Unidos en la prueba larga de relevos.
Armada cubana gana dos batallas
La Armada Cubana se rehizo de varias batallas perdidas en los Juegos Olímpicos y este sábado sacó a relucir su prestigio mundial en boxeo colgándose dos oros.
En la anteúltima jornada del boxeo Robeisy Ramírez (56 kilos) y Arlen López (75) dieron la cara por el deporte estrella de los antillanos, que suma en Rio-2016 tres preseas doradas y dos de bronce.
Ramírez, que derrotó a la joven promesa estadounidense Shakur Stevenson, conquistó su segundo oro olímpico luego del ganado en el peso mosca en Londres-2012
López, ganador al uzbeko Bektemir Melikuziev, unió su título olímpico al de campeón mundial de 2015, y se ha convertido en el mejor boxeador cubano del momento, al mantenerse invicto por dos años.
“Fue un premio al esfuerzo y la preparación que hemos tenido todos estos años”, dijo López.
Mexico junta plata
El mexicano Germán Sánchez ganó este sábado la medalla de plata en la prueba de clavados desde la plataforma a 10 m, la segunda en su carrera, y más tarde la taekwondista María del Rosario Espinoza perdió la final olímpica de los 67 kg y arrimó otra presea plateada.
De esta manera México suma tres platas y dos bronces, por debajo de la cosecha de Londres-2012 que fue de uno oro, tres platas y tres bronces.
México, una potencia en clavados con 14 medallas en su historia, suma su primer podio en en Rio-2016, donde tuvo un desempeño discreto.
En canoa al Olimpo
Desde el deporte menos pensado, el canoero Isaquias Queiroz se convirtió este sábado en el deportista brasileño más laureado en Rio-2016 al ganar la medalla de plata en C2 1.000, la tercera en los Juegos.
Queiroz ya ganó una plata el martes en C1 1.000 metros y un bronce el jueves en C1 200 metros.
Junto a compañero Erlon de Souza Silva, llegaron casi un segundo después que los alemanes Sebastian Brendel y Jan Vandrey.
“Fue muy difícil llegar hasta aquí. Sólo nuestras familias y Dios saben como entrenamos para estar aquí”, explicó por su parte Erlon De Souza, de 25 años, que ya había vivido su primera experiencia olímpica en Londres hace cuatro años.
bur-ol/ma
© 1994-2016 Agence France-Presse
