El Ministerio de Educación Pública (MEP) invierte más de ₡600 millones en mantener abiertos 210 comedores escolares durante el período de vacaciones comprendido entre el 17 de enero y 5 de febrero. Así lo señaló a UNIVERSIDAD el director de los Programas de Equidad, Leonardo Sánchez.
De acuerdo con Sánchez, el monto invertido se distribuye entre todos los centros educativos dependiendo de la cantidad de estudiantes que asistan a cada comedor.
“Nosotros presupuestamos en función de la cantidad de estudiantes y de la vulnerabilidad social del centro educativo. Esto incluye el pago de cocineras y el costo de la alimentación”, externó el director.
Durante las vacaciones, los estudiantes podrán recibir un almuerzo de lunes a viernes, entre las 11 a.m. y 1 p.m.
En un inicio, el Ministerio proyectó abrir 1.000 comedores estudiantiles (de los 4.500 que funcionan en período lectivo); sin embargo, solo 210 mostraron la anuencia de abrir durante este período de vacaciones. De estos comedores, el 40% se localizan en el Gran Área Metropolitana y el 60% en zonas más alejadas.
De acuerdo con el director de los Programas, la apertura de cuáles comedores se sostienen abiertos no se elige al azar, sino que existe una metodología para determinarlo.
“Nosotros los seleccionamos bajo tres criterios que son: ubicación en distritos con alta vulnerabilidad social (pobreza, inseguridad ciudadana y asentamientos informales). Luego incorporamos los territorios indígenas y también centros educativos que históricamente han abierto el comedor, que ya hay un antecedente de que ellos sí abren y hay afluencia de niños. Bajo estos tres criterios nosotros hacemos un llamado a los centros educativos”, puntualizó.
Afluencia
Sánchez destacó que la idea del programa es beneficiar a cerca de 30 mil estudiantes durante este período; sin embargo, han observado que la afluencia de estudiantes ha sido menor de lo que la que la mayoría de centros educativos había proyectado.
“A nosotros por fiscalización de los recursos nos interesa que la cantidad que los comedores proyectan esté acorde con lo que están asistiendo. Hemos identificado en un 90% que la cantidad de asistencia es menor a la proyectada. Asistencia anda por un 70% de lo que se proyectó”, aseguró.
No obstante, acotó que, un hecho positivo fue observar a estudiantes de otros centros educativos asistir a los comedores de su comunidad pues los de sus escuelas o colegios no abrieron durante este período.
“Hemos identificado que llegan niños de otros centros educativos que no abrieron el comedor y eso es positivo porque el comedor no solo se abre para estudiantes de ese centro educativo sino que se hace para la comunidad. Hemos identificado que llegan niños de otros centros educativos, e incluso algunos que no pertenecen al sistema educativo. Eso es importante porque se vuelve un comedor de tipo comunitario que es lo que queremos para vacaciones. Hasta la mamá puede comer”, explicó.
Para aumentar la afluencia de estudiantes, incluso el MEP se encuentra invirtiendo en el transporte de estudiantes que viven lejos del centro educativo a los comedores.
“Conversamos con los transportistas para que hagan el traslado de los estudiantes al centro educativo y puedan comer durante las vacaciones. Aprovechamos que tenemos este programa de transporte para aumentar la afluencia de niños en vacaciones”, mencionó.
De los 210 comedores abiertos durante las vacaciones de fin e inicio de año, el MEP solo ha visitado 41 comedores para fiscalizar su funcionamiento.
De acuerdo con datos de los Programas de Equidad, durante las visitas a los comedores no se han identificado problemas sanitarios, sino solo necesidades de equipamiento y de sub utilización de los recursos.
La apertura de comedores escolares durante las vacaciones fue una medida que el Ministerio empezó a implementar en el año 2015, cuando la entonces ministra Sonia Marta Mora y su equipo se cuestionaron sobre las necesidades de alimentación de los estudiantes vulnerables socialmente durante este período.