País

MEP impulsa medidas para integrar a migrantes y pide luchar contra xenofobia en las aulas

El Ministerio declaró el más absoluto repudio a toda manifestación que llame al odio o a la violencia contra poblaciones de distintas nacionalidades que habitan temporalmente en nuestro país.

Las escuelas y colegios del Ministerio de Educación Pública (MEP) deben convertirse en espacios libres de discriminación para estudiantes migrantes y refugiados. Así lo solicitó el ministro de Educación, Édgar Mora, en una directriz que firmó esta mañana.

En la directriz, el Ministerio “declara el más absoluto repudio a toda manifestación que llame al odio o a la violencia contra poblaciones de distintas nacionalidades que habitan temporalmente en nuestro país, independientemente de su estatus o condición migratoria.

El objetivo del documento es que los maestros no discriminen, expresen o promuevan el odio en ninguna de sus formas.

“Hacemos este llamado porque el país se crispó hace una semana con actos que son contrarios a nuestra identidad y que no reflejan la voluntad de este sistema educativo y desde este Ministerio de Educación queremos condenar estos actos pero también actuar de manera consecuente con nuestra identidad nacional y garantizar que toda escuela, colegio y preescolar se conviertan en un santuario de concordia y armonía”, expresó Mora.

Asimismo, Mora señaló que decir que el sistema educativo está sometido a una presión extraordinaria es una falsedad.

“Queremos aclarar que esto no es así y queremos decirle a todos los habitantes del país que nuestro sistema educativo sigue enarbolando los principios fundamentales de nuestra nacionalidad que es abrazar a todos los niños y niñas que requieran el sistema educativo independientemente de su nacionalidad o de otra condición”, explicó Mora.

Medidas

Con el fin de lograr la integración de la población migrante y refugiada al sistema educativo, los centros educativos deberán informar sobre el manejo de los trámites de matrícula y apoyos educativos, documentos e información migratoria; aplicar medidas de nivelación que contribuyan a la permanencia de esta población en la institución; y realizar actividades que mejoren la convivencia y y prevengan la exclusión escolar con el fin de integrar a este grupo estudiantil, entre otros.

Asimismo, si una persona migrante no cuenta con documentos para probar el nivel educativo que tiene o el último grado que cursó, su matrícula se definirá tomando en cuenta su edad, y mediante la aplicación de pruebas especiales de ubicación que contemplen los objetivos y contenidos del programa de estudios del último año que afirme haber cursado y aprobado.

Finalmente, la directriz también insta a las universidades públicas y privadas para que brinden acceso a la educación a estudiantes refugiados, migrantes y solicitantes de refugio.

A inicios de agosto, la Universidad de Costa Rica (UCR) informó que 33 jóvenes nicaragüenses podían continuar sus estudios superiores como estudiantes visitantes a partir del pasado 13 de agosto.

De acuerdo con la UCR, estos estudiantes por su condición de “visitantes” podrán cursar materias que convalidarán después en sus planes de estudio al regresar a la institución de la que proceden.

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