“Debemos responder preguntas importantes sobre independencia y transparencia, pero en esos valores hay que sumar un balance. En transparencia excesiva se pierde independencia y viceversa”. Estas palabras las expresó Fernando Cruz en su exposición ante los magistrados de la Corte Plena, horas antes de ser elegido como el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia.
El abogado de la Sala Constitucional se impuso esta tarde a su contrincante Orlando Aguirre, tras cuatro rondas de votación en donde obtuvo el respaldo de 13 jueces.
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Para Cruz, es necesario que los esfuerzos por volver transparentes los procesos en el Poder Judicial no lleguen al extremo de comprometer la independencia de los jueces. Y esa palabra, independencia, dice, es el tema principal que impulsará como jerarca.
Cruz, de 69 años, liderará al Poder Judicial en medio de su peor crisis, con la reputación en el suelo y una sala entera sancionada e investigada penalmente. Con esta situación en la mira, el magistrado afirma que “debemos evaluar los hechos ocurridos en los últimos nueve meses”, en referencia a las anomalías del “cementazo” que comprometieron a fiscales, letrados y magistrados.
De la lección del caso del cemento, Cruz afirma que se deben tomar acciones para que los fiscales tengan mayor autonomía con respecto a la Fiscalía general. “Debemos evitar que los fiscales guarden silencio, especialmente a personas con poder político y económico. Existió silencio porque los fiscales tienen poca autonomía frente al Fiscal General”, dijo.
Pese a su posición crítica con los hechos que han afectado la reputación del Poder Judicial, Cruz destacó su importancia y afirmó que esas anomalías no son representativas. “Tenemos que defender una herencia de independencia”, dijo.
Cruz, como los otros candidatos, también crítico la capacidad resolutiva del Poder Judicial, la cual calificó como “raquítica”. A su vez, considera que la Corte debe ver menos temas administrativos y enfocarse en temas jurisdiccionales o de gobierno, como el presupuesto.
Sobre los privilegios salariales en la cúpula del Poder Judicial, Cruz considera que esos privilegios no tienen mayor incidencia en el presupuesto, más bien, los calificó como un “efecto simbólico”.
El nuevo presidente llegó a la Sala Constitucional en 2004 y fue reelecto en 2012, luego de que ese mismo año los diputados del Partido Liberación Nacional, Movimiento Libertario y algunos de la Unidad Social Cristiana votaran su no continuidad, situación que generó el descontento de un sector del gremio judicial. Posteriormente, la decisión fue objetada por el exdiputado Luis Fishman, a quien la Sala Constitucional le dio la razón y reinstaló a Cruz por ocho años más.
La presidencia de Cruz terminaría en 2022, mientras que su periodo como magistrado concluiría en 2020, con posibilidad de reelección. Al respecto, el presidente de la Corte afirma que es temprano para hablar de su futuro.
