La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) aprobó en días recientes la compra especial de 3.000 bolsas para acarreo de cadáveres, de manera preventiva ante la epidemia de COVID-19 en el país.
El dato lo confirmó el gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz en la rueda de prensa diaria de este miércoles sobre la enfermedad que en Costa Rica ha acabado con la vida de dos personas, de las 502 que se han contagiado desde el 6 de marzo.
“Haber tenido que firmar la solicitud para comprar bolsas ha sido una de las decisiones más duras en mi carrera como especialista y funcionario de la institución”, contestó Ruiz.
Explicó que se deben usar dos bolsas por cadáver, según los protocolos establecidos, que modificaron a toda prisa. Agregó que coordinaron con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para confeccionar actas de defunción digitales.
“Por dentro nosotros decíamos ‘Dios mío, que esto no se tenga que utilizar, que la gente haga caso y que los tratamientos funcionen’. Estamos haciendo todo lo posible, pero la bola está en la cancha de la población”, respondió.
Esta compra es una de las inversiones de emergencia que la CCSS ha ejecutado para atender la crisis, centradas en el monitoreo y en la atención de los pacientes hospitalizados.
En el centro especial para pacientes con COVID-19, en las instalaciones del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare, en La Uruca), se preparó una morgue, en caso de ser necesaria.
