El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) perdió en entre junio y noviembre 404 empleados de experiencia que cumplieron los requisitos para pensionarse y se acogieron a ese derecho al ver venir cambios legales que les reducían la cesantía.
Los funcionarios jubilados representan un 3% de la planilla que tenía el ICE hasta junio pasado, de casi 13.500 funcionarios. Es decir, uno de cada 33 empleados se acogió a la pensión de manera repentina, aunque a ellos podrían sumarse unos 200 que también pretenterían evitar una reducción del pago de cesantía, informó la presidenta ejecutiva, Irene Cañas.
“Ha sido un golpe y estamos en proceso de balancear cargas de trabajo. Me quedaron cuadrillas con una o dos personas y así no se pueden atender todas las averías. Estamos en un acomodo para promover movilidad horizontal”, contestó en una entrevista que Universidad publicará completa en la próxima edición impresa, sobre el estado en la institución y el cambio de rumbo en este nuevo gobierno.
La posibilidad de una reducción en el pago de cesantía se originó por un fallo de la Sala Constitucional del 8 de junio, que pasó de 20 a 12 los años de reconocimiento de este rubro para trabajadores del Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito). Los magistrados consideraron que la cesantía por 20 años otorga un beneficio irracional y desproporcionado. La norma en el Código de Trabajo establece ocho años.
Ese pronunciamiento activó la inquietud en empleados de 26 instituciones cuyos acuerdos internos establecían cesantías superiores a los 12 años. Hubo movimientos fuertes en varias entidades, pero en el ICE llegó a provocar un trastorno en las funciones, según Cañas.
La partida de 400 empleados por jubilaciones aceleró la reducción de la planilla que se dio desde el 2014, cuando era de 15.200 empleados y representaban un 22% de los ingresos de a institución. A abril de 2018 el número era ya 13.487 y representaban un 16% de los ingresos. Después vinieron las 400 jubilaciones y la fuerza laboral del ICE podría quedar en menos de 13.000 funcionarios.
Cañas dijo que no está en sus planes reducir más los empleados del ICE, sino capacitarlos para desarrollar nuevas tareas de convergencia entre las áreas de electricidad y de telecomunicaciones.
La capacitación del personal es una de las tareas necesarias que considera dentro de los nuevos planes en el ICE, con la idea de hacerlo más eficiente, según las normas de incorporación de Costa Rica a la OCDE.
Parte de este enfoque incluye la transparencia sobre las finanzas de la entidad, que cumple 70 años en 2019 con apuros en sus estados contables, según reveló Cañas hace una semana en conferencia de prensa.
Las pérdidas del último año se calculan en c314.000 millones, en parte por el alza del dólar y por la cancelación del megaproyecto hidroeléctrico El Diquís en el que se habían invertido $176 millones (más de 105.000 millones de colones al cambio actual).
La jubilación del 3% de la planilla tiene un efecto fuerte en las finanzas, reconoció la jerarca, pero no fue posible detallar esos números para esta publicación.
