El exdiputado, excandidato presidencial y representante de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Ottón Solís, mostró optimismo por el siguiente paso que le resta al plan fiscal y dijo que hay motivos de peso para que la Sala Constitucional respete la mayoría legislativa que aprobó en primer debate el expediente 20.580 el viernes anterior.
“Con el descrédito que ha tenido el Poder Judicial, yo creo que hay razones para esperar que la Sala IV se percate de que debe de respetarse la mayoría legislativa; ahí es donde está la responsabilidad de legislar. Con esas dos razones, yo espero que avance en la sala”, manifestó el exdiputado a UNIVERSIDAD.
El exdiputado comentó que existe “un plan B” si el proyecto no logra avanzar en la Sala Constitucional, tal y como pasó en otras administraciones, pero que sería “peor”, ya que el país tendría que valorar la opción de ir a pedirle dinero prestado al Fondo Monetario Internacional (FMI) o al Banco Mundial, “en condiciones que sí van a maltratar a la población costarricense”.
“Otro plan es que no hagamos nada y el mercado lo hace. Las tasas de interés y el desempleo van para arriba. Alternativas hay, pero la conclusión sesuda es que todas son peores que esta”, puntualizó.
Solís dijo que, a propósito de los fallos que dejaron los dos intentos de reformas anteriores, el procedimiento legislativo ‘208 bis’ fue muy bien elaborado y “está blindado contra violaciones”, en alusión a posibles normas que sean anticonstitucionales o un procedimiento que contradiga a la Constitución.
Específicamente, se refirió a la experiencia que tuvo el país con la Ley de Pacto Fiscal” impulsada por los gobiernos socialcristianos de Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco y la “Ley de Solidaridad Tributaria” promovida por la expresidenta Laura Chinchilla, que no lograron avanzar en la Sala IV.
Desde su cargo como representante de Costa Rica ante el BCIE, Ottón Solís, dijo que por parte de los organismos internacionales existe preocupación sobre la situación del déficit que atraviesa Costa Rica pero que, al mismo tiempo, existe certeza “de que hay muchas reservas (en el Banco Central) y que la situación es sólida”.
“Por eso, los bancos internacionales, no quieren que tampoco injustamente se exacerben las condiciones. Por ejemplo, nosotros en el BCIE podríamos prestarle si el Banco Central necesitara, pero no necesita de momento”, agregó.
Solís aseveró que el plan fiscal “no es un plan perfecto para nadie”, ni para el Gobierno, tomando en consideración los cambios que atravesó el expediente en el Plenario Legislativo. Se aprobó lo que fue las condiciones políticas permitieron aprobar, aunque no eran deseables algunos puntos, dijo. Por ejemplo, la exoneración de ventas a las zonas francas que impulsaron los partidos Liberación Nacional (PLN), la Unidad Social Cristiana (PUSC) y Restauración Nacional (PRN) tras una moción de los socialcristianos.
Advirtió que, de todas formas, el camino continúa con otras reformas y con proyectos que complementan el plan fiscal. “Yo creo que hay que respetar los compromisos que hicieron los diferentes diputados con esos proyectos, pienso que hay que seguir, como lo dice el presidente Alvarado, con reformas del estado en otros campos más estructurales. Creo que hay que reformar el reglamento legislativo, espero que no haya oposición”, aseguró.
De manera puntual, el exdiputado opinó que el Gobierno podría hacer reformas del Estado que no necesariamente los programas sociales, sino que se cambie la forma en la que se entregan esos programas. “Es decir, verdaderamente la reforma del Estado, no ideológica sino eficientista”.