El Gobierno de la República y los grupos sindicales sostuvieron una reunión este lunes, que se prolongó por ocho horas sin llegar a un consenso por la oposición que mantienen los sindicatos al proyecto 20.580 de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
La reunión inició desde las 8:00 a.m y se extendió por al menos ocho horas en la sede de la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (Jupema).
Los sindicatos presentaron al Gobierno una propuesta integral que, según sus cálculos, ayudaría a reducir el déficit fiscal sin gravar más impuestos.
También pidieron al Ejecutivo que de marcha atrás con la aprobación de la reforma fiscal que se encuentra en la corriente legislativa y que no se avance con las sanciones de ilegalidad de la huelga.
“Desagraciadamente no llegamos a un acuerdo, pero no porque no hiciésemos todo el esfuerzo. El sector sindical hoy hizo una propuesta, donde le pide al Gobierno que por favor nos sentemos en un diálogo claro, en contra del proyecto 20.580; que por favor ese proyecto fuese congelado mientras estaba la mesa de diálogo, el Gobierno no lo acepta”, indicó el presidente de Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y coordinador de BUSSCO, Gilberto Cascante.
Durante este quinto encuentro estuvo presente la Iglesia Católica en calidad de garante de las negociaciones, como una petición que hicieron los grupos sindicales al Ejecutivo.
“Hoy no lo logramos, hoy nadie se retira de la mesa, nos levantamos después del diálogo que tuvimos; el Gobierno no quiere ceder en algunos aspectos, específicamente en el aspecto de la ilegalidad de la huelga, en el aspecto del proyecto 20.580 y tampoco quieren ceder con respecto a la mesa multisectorial”, agregó.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) y coordinador de Patria Justa, Albino Vargas indicó que con la propuesta que presentaron pretenden demostrar que no es necesario gravar con impuestos “a los asalariados, a los empelados, micro, pequeñas y medianas empresas, a los que están en informalidad”.
En representación del Gobierno, el segundo vicepresidente, Marvín Rodríguez expresó que hubo avance “en muchas cosas”, no obstante, a última hora los líderes sindicales tomaron al decisión de levantarse de la mesa.
“Lo que hemos dicho es que en la mesa de diálogo debe de prevalecer una agenda, que sea la que permita avanzar en los diferentes tópicos que ellos pongan. Pero de previo hay que implementar una metodología que permita avanzar en esos acuerdos”, agregó Rodríguez.
Con respecto a la petición de los sindicatos de dar marcha atrás con la ilegalidad del Gobierno, el segundo vicepresidente manifestó que están dispuestos a ceder, siempre y cuando “ellos repongan la jornada laboral como corresponde”, entre las opciones, que presenten un plan laboral para cumplir con esa jornada laboral que no realizaron.
Propuesta sindical
La propuesta de los sindicatos propone en el tema impuesto sobre grandes utilidades que se pase de un 30% a 36 % solamente para los grandes contribuyentes (empresas que tributan ¢250 millones de colones o más, o con renta bruta de ¢40 mil millones o más; o con activos de ¢40 mil millones de colones o más, que corresponde aproximadamente a las 400 empresas más grandes del país.
También proponen al Gobierno que implemente un sistema de escaneo de contenedores que permita obtener información sin la necesidad de abrir o manipular la mercadería que se encuentra en su interior.
En el tema de las contribuciones solidarias proponen una tasa-contribución solidaria para todas las zonas francas, distribuidas entre sí para un aporte conjunto equivalente a un cuarto de punto PIB.
En representación del Gobierno estuvieron presentes el segundo vicepresidente, Marvin Rodríguez, y el ministro de Trabajo, Steven Núñez. El ministro de la presidencia, Rodolfo Piza, no pudo presentarse al encuentro por motivos de salud, pese a que ha sido una del las principales cabezas en la negociación.