Luego de cuatro años en el proceso construcción, este jueves fue inaugurada la primera fase de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), la cual permitirá atender buques tres veces más grandes de los que actualmente recibe el país y atraer carga de mercados más distantes.
El proyecto adjudicado a la empresa holandesa APM Terminals y cuyo costo total es de $1.000 millones se encuentra construido sobre una isla artificial frente a las costas de Moín. La primera etapa tiene una longitud de 40 hectáreas y consta de un muelle de 650 metros de longitud y un patio de contenedores con capacidad para albergar 26.000 TEUs (equivalente a 20 pies o 6 metros) incluyendo conexión para 3.800 contenedores refrigerados.
El gerente de APM Terminals Moín, Kenneth Waugh, celebró la entrega del proyecto y externó que “es un logro para Costa Rica”.
“Este es el proyecto de Costa Rica que cambia el futuro, abre oportunidades para todos. Me siento orgulloso de haber trabajado con la gente de Limón para que se haga realidad, hemos trabajado con varias administraciones que han puesto lo mejor de sí para que sea la terminal más eficiente de Latinoamérica”, mencionó Waugh.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, destacó que el país debe trabajar en la realización de otros proyectos en la provincia de Limón para así sacar mayor provecho de esta obra.
“Para que le podamos sacar el mayor beneficio nosotros tenemos que, como pueblo, seguir demostrando que somos capaces de dar esos saltos al desarrollo. Tenemos que concretar otros procesos ambiciosos. Ahí me refiero a concluir la ampliación de la Ruta 32, a llevar adelante el tren eléctrico de carga, o los planes de ordenamiento de los cantones de la provincia”, mencionó Alvarado.
Las autoridades citaron al Foro Económico Mundial al asegurar que la TCM posicionará a Costa Rica en el primer lugar de la región en conectividad. Actualmente, Costa Rica ocupa el puesto 89, entre 139 países.
Impacto económico
La TCM inicia operaciones con 650 colaboradores; sin embargo, se prevé que genere unos 147 mil empleos indirectos a nivel nacional durante la próxima década.
Según el contrato de concesión de obra pública, APM Terminals deberá pagar a Japdeva un canon del 7,5% de los ingresos brutos; es decir, $20 millones anuales, que deberían destinarse a proyectos de desarrollo regional.
El presidente de la República no detalló cuáles proyectos se realizarán en la región pues asegura que actualmente se realizan estudios de factibilidad para determinar qué obras tendrían este financiamiento.
“Hoy lo que se llevan adelante son los potenciales proyectos del canon. En eso se habla de una terminal de cruceros, una marina, un astillero o la factibilidad de infraestructura vial. ¿Por qué es importante? Porque si uno de esos proyectos autosustentable y puede manejarse por alianza público-privada, ¿para qué vamos a poner plata del canon? Eso se sabrá cuando se tengan los estudios, porque también sabremos cuáles tienen mayor retorno y más empleo”, aseguró Alvarado.
Con la entrada en funciones de la megaterminal, la firma APM Terminals se encargará de la atención de barcos conocidos como full container ships (de gran capacidad de carga); mientras que Japdeva atenderá los buques convencionales.
El Caribe costarricense además podrá capturar un porcentaje muy alto de los barcos que transitan hacia el Canal de Panamá. Se proyecta que la cantidad de rutas que llegan a la TCM aumentará hasta un 285 por ciento.
Tecnologías y fases
Para realizar sus operaciones, la TCM invirtió $110 millones de dólares en la compra de seis grúas pórticas y las 29 grúas de patio. Este equipo permite realizar un promedio de 180 movimientos por hora de estiba y descarga, de manera ininterrumpida.
Con esto, el megapuerto pretende reducir el tiempo de atención a barcos de 40 horas (tiempo promedio en los demás muelles) a apenas 15 horas.
El contrato de concesión establece que las próximas fases de la megaterminal se construirán de acuerdo con el crecimiento del volumen de carga que experimente la TCM y se dividirán en etapas de 20 hectáreas cada una, para llegar finalmente a una extensión total de 80 hectáreas.
Según consta en el documento de la concesión, la fase 2B.1 (tercer puesto de atraque) deberá construirse cuando la operación alcance un volumen de carga anual de 1,5 millones de TEUS (unidad equivalente a 20 pies de carga), independientemente del año en que se encuentre la concesión.
Por otra parte, la fase 2B.2, consiste en un adelanto de las obras correspondientes a la fase 3, mediante la pavimentación e iluminación del área que se rellenó en exceso a lo requerido en la etapa 2B.1. Solo la fase 2B consta de 20 hectáreas de construcción.
Finalmente, la fase 3 (otras 20 hectáreas) deberá ser desarrollada en un plazo máximo de 24 meses, pues debe estar concluida y en operación al menos seis meses antes de la terminación de la concesión. La construcción de esta fase podrá ser ejecutada de forma adelantada, cuando la Terminal de Contenedores alcance un volumen de carga anual de 2,5 millones de TEUS.
Una vez concluidas las tres etapas de construcción, la TCM tendrá aproximadamente 80 hectáreas en su isla artificial, con un muelle de 1.500 metros de largo y 16 metros de profundidad.