La Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción presentó una solicitud de acusación y apertura de juicio contra el exdiputado Abelino Esquivel, denunciado en marzo del año anterior por el exministro de Justicia, Marco Feoli. Al exlegislador se le acusa del delito de tráfico de influencias por -supuestamente- pedirle a Feoli sacar de la cárcel a un pastor evangélico, condenado por violar a una menor de edad con discapacidad intelectual.
El Ministerio Público realizó la solicitud el 12 de diciembre anterior al Juzgado Penal de Hacienda y la Función Pública, y se encuentra a la espera del señalamiento de la fecha para la audiencia preliminar.
De acuerdo con la denuncia de Feoli, el exdiputado exigió que se le recibiera en una reunión, dado que al pastor y amigo personal de Esquivel, no se le atendía su solicitud para trasladarlo a una cárcel semiabierta, un centro donde los privados de libertad salen los fines de semana y duermen ahí de lunes a viernes.
Ante la solicitud de reunión, el exasesor de Feoli, Roberto Morales, le dijo al diputado que esa no es una decisión que le compete al Ministerio de Justicia, sin embargo, Esquivel le respondió que “si él (Feoli) quiere, se puede hacer, así como liberan criminales, pueden liberar al amigo mío”, según contó el ministro.
Posteriormente, mediante una llamada telefónica, Esquivel explicó a Feoli que conoce al pastor Barquero desde hace 30 años y que “es una persona que no dejaría en mal al sistema, en caso de que se le considerara darle una condición distinta como libertad condicional o algo así. Es una persona de bien, usted puede revisar el récord”, le dijo el legislador al ministro, según relató Feoli.
El exministro señaló que Esquivel, puntualmente le dijo: “El tema es revisar el caso, si en verdad merece considerarlo y que tenga algún tipo de beneficio como sí se le ha dado a otras personas que han dejado mal al sistema”, señaló.
Ante la solicitud, Feoli le aclaró que no puede darle libertad condicional, porque eso le corresponde a los jueces y que tampoco puede trasladarlo a una cárcel semiabierta, ya que los cambios de régimen en el sistema penitenciario responden a decisiones técnicas a cargo del Instituto Nacional de Criminología.
El caso
Barquero, amigo de Esquivel, trabajaba como taxista en Guápiles, luego se mudó a Cartago para trabajar en la iglesia evangélica “Dios Evangelio Completo” y dedicarse a sus labores de pastor, junto a su esposa.
Los hechos por los cuales fue sentenciado se remontan al 15 de agosto de 1994 cuando una menor de edad (en ese entonces) se escapó de su casa rumbo al parque de Guápiles, a las 6 p. m. Barquero, junto a un hombre de apellidos Campos Vargas, la encontraron allí y le pidieron subir al taxi, a pesar de la resistencia de la adolescente.
El pastor condujo el vehículo hasta la carretera Braulio Carrillo y lo detuvo en una vivienda cercana, introduciendo a la menor, en donde, posteriormente, procedió a violarla en coordinación con el otro hombre.
Barquero fue condenado en setiembre de 1997, sin embargo, no fue hasta en el año 2012 que comenzó a purgar su sentencia en el centro penitenciario La Reforma. Posteriormente, lo trasladaron a la cárcel de Cartago en junio de 2016, un centro que reúne, en su mayoría, a privados de libertad con condenas altas.
Al hombre de 57 años le restan cinco años para salir de la cárcel, sin embargo, la intención de Esquivel era conseguir -por medio de un trámite al que asistió personalmente al Ministerio de Justicia- la liberación de su amigo o el traslado a un centro semiinstitucional, solicitud que el ente técnico le rechazó en agosto de 2017.
Causa por concusión a audiencia
La Fiscalía General también confirmó que otro caso contra Esquivel, por supuestamente cobrar un “diezmo” a sus exasesores legislativos, ya tiene fecha para verse en audiencia preliminar, la cual se llevará a cabo entre el 23 y 24 de mayo.
El Ministerio Público acusó al exdiputado Esquivel Quesada y a su hermana por cuatro delitos de concusión y uno de enriquecimiento ilícito; mientras que a la esposa del exlegislador, de apellidos Cortés Oporto, se le acusó por dos delitos de concusión y también uno de enriquecimiento ilícito.
