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Exmonaguillos de Mauricio Víquez interponen denuncia civil contra Iglesia católica y piden ₡300 millones por daños

"Yo estoy seguro de que la Iglesia está ocultando a Mauricio Víquez", dijo el abogado.

Tres exmonaguillos que trabajaron con el exsacerdote Mauricio Víquez presentaron este viernes al mediodía una denuncia civil contra la Arquidiócesis de San José, en donde exigen una indemnización de ₡300 millones (₡100 millones cada uno), por “la responsabilidad directa y objetiva de la Iglesia” en el encubrimiento de delitos sexuales.

Se trata de Michael Rodríguez, Anthony Venegas y Carlos Roberto Muñoz, quienes hablaron en conjunto con este medio en febrero pasado y relataron que Víquez abusó sexualmente de ellos mientras era el párroco de las comunidades de Tres Ríos y Patarrá de Desamparados.

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La denuncia la interpuso su representante legal, Rodolfo Alvarado, ante el Tribunal Colegiado del I Circuito Judicial de San José.

“Se están presentando tres denuncias contra la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal, en virtud de la actitud complaciente y permisiva en el caso del padre Mauricio Víquez y el daño emocional y laboral causado a las personas abusadas por él”, dijo Alvarado.

“Los abusos de los curas son defendidos, complacidos y apoyados por la Iglesia católica, esto no puede quedar sin sentencia ni un fallo condenatorio, la única forma de resarcir es cancelando el perjuicio ocasionado a las personas que no pueden vivir en paz ni armonía a través de los años”, agregó.

El abogado comentó que no existe dinero en el mundo entero que pueda contrarrestar los daños en salud, trabajo y sueño que ocasiona el abuso de un ser humano a los 12 años. “No es que anden buscando un beneficio económico, se tiene que ver como se repara el daño y la única manera que ha encontrado la sociedad es a través de la moneda de cada país”, dijo.

Denuncia ante el Vaticano 

Las supuestas víctimas presentaron otra denuncia en octubre anterior ante el Vaticano, en donde señalaron los presuntos abusos de Víquez, y acusaron al arzobispo de San José, José Rafael Quirós, de encubrir delitos sexuales, así como al ahora obispo emérito, Hugo Barrantes, predecesor de Quirós.

Quirós conocía de las denuncias contra Víquez desde 2003, cuando fungía como vicario eclesiástico de la Iglesia católica. “Se me pasó el asunto”, recuerdan que les dijo el año anterior, cuando las víctimas acudieron formalmente a interponer la denuncia canónica.

Víquez salió del país el pasado 7 de enero luego de que la Iglesia católica le avisó de una denuncia penal en su contra por el delito de violación. El exvocero de la Iglesia católica es buscado por la Interpol para que rinda cuentas por esa denuncia. Si las autoridades no lo encuentran antes de octubre, esta causa caducará.

El Vaticano expulsó a Víquez luego de estudiar las denuncias en su contra. Quirós, así como la cúpula de la Iglesia en Costa Rica aseguraron en múltiples ocasiones que desconocen del paradero del exsacerdote.

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“Yo estoy seguro que la única manera de ocultarse en el mundo es teniendo el respaldo de una organización sólida económicamente que logre ocultarlo, sino estaría pidiendo limosna en un parque de cualquier país y ya lo hubieran traído”, dijo el abogado de las supuestas víctimas.

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