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Estudiantes aseguran que tienen 100 colegios cerrados, pero MEP dice que solo son 4

El representante estudiantil de Resistencia Nacional Estudiantil, Edward Miranda, aseguró que mantendrán las protestas hasta el jueves para ejercer presión y que no se apruebe en segundo debate el Proyecto de Ley de Educación Dual.

La aprobación en primer debate del proyecto de ley de Educación Dual, este lunes por la noche, provocó el enfado de las agrupaciones Resistencia Nacional Estudiantil y Movimiento de Estudiantes de Secundaria (Medse), quienes convocaron a los estudiantes a cerrar colegios este martes.

La mañana de este martes Medse aseguró que más de 100 centros educativos estaban cerrados; no obstante, hasta el momento no han suministrado una lista con los nombres de los respectivos colegios.

Mientras, el Ministerio de Educación Pública (MEP) reportó solo cuatro centros educativos cerrados, específicamente el Colegio Técnico Profesional Carlos Manuel Vicente Castro (Golfito), el Colegio Técnico Guaycará (Río Claro) y el Colegio Técnico Profesional Guácimo.

El proyecto de ley de Educación Dual pretende establecer un marco normativo para que estudiantes que así lo deseen puedan recibir su formación de forma compartida entre las aulas y lugares de trabajo.

El representante estudiantil de Resistencia Nacional Estudiantil, Edward Miranda, aseguró que mantendrán las protestas hasta el jueves para ejercer presión y que no se apruebe en segundo debate el Proyecto de Ley de Educación Dual. 

“Nuestro objetivo principal es que se puedan solucionar algunos artículos que están dentro del proyecto de ley de Educación Dual y que no se han visto, y que pueden afectar a los estudiantes. La otra opción es que se pueda dar una moratoria con firmas a la Sala Constitucional para que hagan una revisión del proyecto”, mencionó Miranda.

Por su parte, el representante estudiantil de Medse, Kenneth Sánchez, destacó que estas protestas son “contra el Poder Legislativo” y no tienen que ver con el compromiso que se tenía con el Ejecutivo de suspender los actos de presión durante 30 días para avanzar con el trabajo en las mesas de diálogo.  

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