País Encuentro internacional de Flacso y American University

En la era de Donald Trump Centroamérica debe inventar su propia agenda

Investigadores reflexionaron sobre los cambios en las relaciones de poder entre las élites estadounidenses y las centroamericanas.

Bajo la Administración Trump, las élites centroamericanas tendrán la tarea de hacer e implementar su agenda regional, así lo concluyó una mesa redonda de cuatro especialistas quienes analizaron la agenda centroamericana negada por el presidente estadounidense.

De acuerdo con el presidente del Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide) , Alexander Segovia, en la Centroamérica del Siglo XX todos los cambios relevantes fueron impulsados por actores norteamericanos; situación muy distinta a la actual.

“Alguien siempre venía con la receta. Ahora en lo económico ya nadie viene con la receta. Además estamos obligados a hacer nuestra propia agenda”, señaló Segovia.

Asimismo, explicó que el error histórico ha sido pensar que todos los países centroamericanos son iguales pues la agenda debe ser diferenciada y que la tarea pendiente -para la región- radica en buscar “¿quién va a hacer y a impulsar la agenda?”.

Por su parte, el exdirector de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UNA, Carlos Cascante, aseguró que Donald Trump polariza la lógica política de los Estados Unidos.

Cascante aseveró también que Centraomérica es un espacio del imperio americano y que lo único que puede cambiar la agenda estadounidense es una amenaza extrarregional.

“Estados Unidos tiene muy clara la agenda de ellos y lo único que puede cambiar esa agenda desde lo que nos dice la estructura histórica es la presencia de una amenaza extraeregional como sucedió antes con la Gran Bretaña, Alemania y la Unión Soviética que transformó la agenda estadounidense en Centroamérica y la convirtió en el “workshop” de los Estados Unidos”, aseguró el exdirector.

Asimismo, la investigadora del Centro de Investigación en identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla), Ethel García, señaló que bajo la administración Trump, se obvian temas prioritarios como la lucha ante la corrupción y la impunidad.

García comentó el panorama en Centroamérica y señaló que “casi la mitad de la población sigue afectada por la pobreza y la exclusión social sobretodo en el centro y borde del istmo”. Además secundó a Segovia al decir que no se debe olvidar la diversidad de la región al hacer los cambios.

Finalmente, la directora de Flacso Costa Rica, Ilka Treminio, externó que las élites centroamericanas están convocadas a responder sobre la agenda negada pues estas también se encuentran negándola.

Treminio fue enfática en que Costa Rica debe pensar en esa agenda y que su vínculo con Centroamérica se desdibuja cada vez más puesto que no tiene fronteras con Estados Unidos.

“Creo que nos parecemos mucho, pero que estamos desdibujando nuestra relación con Centroamérica”, dijo la directora.

La mesa fue moderada por el investigador asociado a Flacso, Manuel Rojas, quién recalcó que después de los acuerdos de paz los países centroamericanos se han alejado y se concentran cada uno en sus unidades nacionales.

Las ponencias se realizaron en el marco del Encuentro Internacional Las consecuencias de la política de la Administración Trump para Centroamérica: Reflexiones desde el norte y desde la región organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso Costa Rica) y el Centro para América Latina y Estudios Latinos (Clals) de American University.

El objetivo del encuentro que se realizó el 12 y 13 de julio, fue reflexionar sobre los cambios en las relaciones de poder entre las élites estadounidenses y las centroamericanas, así como estudiar las implicaciones de dichos cambios en el balance del poder nacional y regional.

Durante el simposio, se analizaron temas como migración, inseguridad y violencia, régimen político y modalidades de gobernanza, la ayuda norteamericana y las estrategias económicas para la región.

La actividad contó con la presencia de 51 expositores de El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, Honduras, México, Nicaragua, Perú y Costa Rica.

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