La Avenida 2 de San José se vistió de colores, canciones, silbatos y consignas de cientos de trabajadores costarricenses, quienes participaron de la tradicional marcha del 1 de Mayo. El objetivo fue dejar en claro que no quieren que se apruebe el Proyecto 20.580 de reforma fiscal que implicaría gravar diversos productos y servicios que hoy están exentos.
Representantes de organizaciones sindicales, entre ellas el Bloque Sindical y Social Costarricense (BUSSCO), integrado por sindicatos del sector salud, educativo (Magisterio y universidades públicas), bancario, de la electricidad y telecomunicaciones se hicieron presentes durante la actividad.
También participaron obreros bananeros y piñeros de la zona Atlántico y Sur del país, oreros, feministas, traileros, trabajadores de la empresa de Aluminios Nacionales S.A. -empresa venezolana-, así como juventud socialista, grupos de nicaragüenses unidos que protestaban contra las medidas de opresión de su gobierno.
Destacó la participación de un grupo de indígenas migrantes que reclamaban justas condiciones para los recolectores de café, representantes del movimiento transgénero, ambientalistas, muelleros, entre otros.
Los manifestantes fueron claros en que no quieren el Combo Fiscal, que no están dando un cheque en blanco a los nuevos diputados y que exigen más diálogo por parte del gobierno para participar en las decisiones políticas que le afecta a la población trabajadora.
Voces sindicales
Gilberto Cascante, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) indicó que el sector sindical está consciente de la situación fiscal del país, y que se busca un proyecto que sea más equitativo, donde cada quien pague de acuerdo a sus ingresos.
También Martha Rodríguez, la secretaria general adjunta de Unión Nacional de empleados de la Caja (Undeca) manifestó que principal la consigna bajo la que asistieron a la marcha fue contra el combo fiscal y el reclamo que “no se puede asumir el costo de una reforma fiscal que es absolutamente regresiva”.
“La marcha va hasta la Asamblea Legislativa con el interés de decirle a los diputados que no se les ha dado un cheque en blanco y que el pueblo costarricense ya no aguanta más impuestos. Es un mensaje al gobierno, de que si no es a través del diálogo y la negociación, puede ponerse el país en una encrucijada”, agregó la secretaria.
Rodríguez advirtió que si el gobierno no escucha el clamor popular, podrían traer consecuencias a la paz y tranquilidad del país en general. Asimismo dijo que le recienten al gobierno de Luis Guillermo mayor apertura al diálogo, así como lo prometió al sector al iniciar su gestión.
Algunas de las consignas que motivaron a grupos sociales como los migrantes panameños de la comunidad Ngäbere, fue que se respeten los derechos laborales de los recolectores de café y haya mayor acceso a “la justicia laboral”.
“Queremos un pago remunerado justo para todos los trabajadores. Muchas veces las condiciones en las fincas donde trabajamos son insalubres”, aseveró Candelario Gómez migrante panameño y recolector de café en la zona de los Santos.
También se presentaron a la marcha, mujeres migrantes nicaragüenses, quienes reclamaron la falta de protección por parte del gobierno y mejores condiciones laborales.
“Somos un grupo de mujeres en trabajos domésticos y otros. Servimos de vínculo a nuestros hijos nicaragüenses y a nuestros hombres que trabajan en construcción o en el campo. Pedimos que se reforma la ley de migración y que se nos den mayores oportunidades como población binacional”, dijo Qxabeli Cárdenas migrante nicaragüense.
La marcha culminó a las afueras de la Asamblea Legislativa, con el cierre de discursos de los principales representantes sindicales.