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Director de Banca de Desarrollo se aparta de BCCR y apoya proyecto sobre tasas de usura

Diputados de la Comisión de Hacendarios consultaron el criterio de Miguel Aguiar para calcular una tasa máxima de interés: él apuesta por bajarla a un rango de entre 25% y el 30%

Con el proyecto de ley sobre tasas de usura atascado en la discusión de 42 mociones, los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios decidieron abrir la discusión para incluir criterios adicionales.

Así toparon con aportes como el del director del Sistema Banca para el Desarrollo (SBD), que se aparta de la opinión del presidente Banco Central y apoya una reducción de tasas en los márgenes que propone el plan de reforma legal impulsada por los legisladores Wélmer Ramos y David Gourzong.

El director del SBD, Miguel Aguiar, asegura que la tasa de referencia límite “debería andar entre un 25% y un 30%” porque se debe hablar de “precio justo y de banca ética”.

A la fecha, se mantiene en un promedio del 57% el criterio del presidente del Banco Central (BCCR) Rodrigo Cubero, quien participó en la primera sesión de esta modalidad de debate del proyecto de ley, junto a Aguiar, autoridades de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) y el director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Frente a los diputados, Cubero argumentó que con un tope de usura más bajo es probable que los bancos intenten buscar equilibrio entre tasas de interés baja calculando con más dureza el riesgo. De acuerdo con Cubero, en este escenario, los bancos excluirán a un sector de la población vulnerable a alternativas informales de crédito (es decir casas de préstamo y particulares que ofrecen estos servicios con tasas aún más altas).

Para Aguiar es necesario considerar el “sobreendeudamiento de las familias”.

“Uno observa ofertas de crédito de consumo por compras de deudas a plazos largos, inclusive uno puede recibir información de créditos a 12 años plazo. Si alguien está pagando deudas personales a 12 años eso se convierte en inversión. Ahí están eliminando la capacidad de las personas de generar prosperidad y riqueza”, explicó Aguiar en entrevista con UNIVERSIDAD.

“Cuando uno está pagando una deuda de consumo, que no le generó riqueza, se está generando un efecto contrario. Podría uno sugerir que se crea una inclusión negativa porque esa inclusión genera pobreza, por un tema de endeudamiento”, afirmó el director del SBD.

La última versión de la Reforma a la Ley de la promoción de la competencia y defensa efectiva del consumidor (expediente 20.861) dice que el tope máximo de interés “no podrá ser superior a la tasa básica pasiva (TBP) más 25 puntos porcentuales”.

Es decir, con el último indicador de TBP publicado por el BCCR (5,55%), el proyecto establece ese mismo 30% del que habla Aguiar.

De aprobarse el proyecto, los operadores de financiamiento que cobren una tasa de interés superior a la que establecida por los diputados, podrán ser denunciados y sancionados penalmente.

Lea también: Plan que límitaría la usura se frena por oír de nuevo criterios del presidente del Banco Central

Tasas justas y especulaciones de riesgo

La próxima semana, la Comisión de Hacendarios reunirá nuevamente a los cuatro del BCCR, la Sugef, SBD y la UCR.

El BCCR deberá presentar, por escrito, la metodología que respalda su propuesta de dos topes: el de 63% y el de 51% (los cuales, promediados, ofrecen una tercera opción: 57%).

De acuerdo con la UCR, Sugef y Banca para Desarrollo, estos porcentajes fueron calculados estadísticamente con las tasas que ofrecen las operadoras.

“Si las tasas son abusivas, sus datos estadísticos son altos”, explicó el director del SBD.

Aguiar considera que debe haber una “revelación sobre cuáles son los elementos que componen una tasa de interés”. El riesgo, explicó, es que sin esa información un operador puede ofrecer una tasa “irresponsable o que es especulativa”.

“Un precio justo deberá tener revelado cuál es su perfil de cliente. Yo no veo bancos buscando gente sin capacidad de crédito. No veo a empresas privadas, que ya no estamos hablando de intermediarios financieros, buscando perder plata”, dijo Aguiar.

“Lo que ha sucedido es un abuso en los precios, de cara a que no hay una regulación. La Sugef tiene la mayor de las intenciones de establecer controles pero si usted está dentro de los parámetros de regulación, su banco es libre de desarrollar negocios. Son negocios que pueden tener vicios especulativos: pérdidas esperadas excesivas”, aseguró.

Aguiar también opina que si un banco u operador “tiene un costo financiero con captaciones relativamente bajo (es decir, no es eficiente), tiene que revelarlo porque eso es su costo final”.

Es decir, un banco no debería “trasladar a un grupo en particular los riesgos excesivos, con tal de obtener la utilidad que quiere mantener”.

¿Quién tutelará las tasas de interés?

Además de la transparencia en la metodología de las tasas, Aguiar considera que una institución debe velar para que se cumpla el tope máximo de crédito con “parámetros objetivos, razonables, transparentes y legítimos”.

Su sugerencia es que dos instituciones tengan ese deber: la Sugef con los intermediarios financieros y el Ministerio de Economía (MEIC) con las casas comerciales.

Esto, dice el director de Banca para Desarrollo, es un “tema normativo” y quien tutele por esos topes de usura deberá establecer “cuáles son los parámetros óptimos y razonables que permitan líneas de negocio rentables para los bancos, pero que el precio sea justo”.

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