Los diputados de la Comisión de Nombramientos aprobaron una serie de reglas “más libres” para el nombramiento de cinco magistrados suplentes de la Sala Primera.
La metodología dista de la que se utilizó en el último año para elegir a magistrados propietarios, en donde se pedía una serie de requisitos, entre ellos los atestados académicos y profesionales.
El reglamento ofrece mayor subjetividad a los diputados para escoger al candidato de su gusto. La nueva normativa no establece calificaciones finales para delimitar quiénes están mejor preparados ni otorga porcentajes de puntuación entre la entrevista y los atestados académicos.
Esto quiere decir que un candidato o candidata con posgrados y 25 años de experiencia laboral tendrá la misma oportunidad que un licenciado en Derecho con cinco o diez años laborados, pero que cumple con los requisitos mínimos constitucionales (ser abogado, mayor de 35 años, ciudadano en ejercicio y del estado seglar).
Luego de esta solicitud, los diputados fijaban una especie de corte, en donde solo se tomarían en cuenta a los que superaran una nota mínima de 70.
Esa metodología también ajustó la faja a los diputados, ya que les obligó a escoger entre los postulantes que obtuvieron el mejor promedio entre atestados y entrevista final. Pese a las quejas que señalaban que el proceso dejaba un alto porcentaje de importancia a la entrevista, la normativa empleada tenía criterios que asignaban un valor a los atestados.
Ahora, pese a que el trabajo de los magistrados suplentes es el mismo que realizan los propietarios (una vez que entran a reemplazarlos), los diputados evitarán darle un valor numérico a la experiencia profesional y títulos académicos.
Así lo votaron los legisladores Rodolfo Peña (PUSC), Luis Fernando Chacón (PLN), Floria Segreda (Restauración Nacional) y Dragos Dolanescu (PRSC), mientras que el legislador oficialista Enrique Sánchez propuso otra metodología, pero no obtuvo apoyo.
Dentro de la propuesta de Sánchez figura una tabla para calificar los atestados académicos y otra para la entrevista. La iniciativa del diputado del PAC era que los atestados tuvieran un valor del 80% de la nota y la entrevista, de un 20%.
“Yo puedo decidir si utilizo solo la entrevista, o una parte de la entrevista. En esta metodología que yo estaba proponiendo, usted estaba obligado a usar los atestados, y dentro de la entrevista usted está obligado a argumentar”, explicó Sánchez.
Esta metodología se basó en los concursos para magistrados propietarios, sin embargo, tampoco establece una nota mínima o un “corte” para limitar a los candidatos que los diputados podían sugerir.
Los diputados también aprobaron una moción para que la Corte suministre el resultado de las evaluaciones previas que los magistrados realizaron para este concurso. A diferencia del concurso para magistrados propietarios, este inicia en la Corte, donde los jueces envían una lista de candidatos recomendados.
“Si nos metemos en el área de la Corte nos dicen que no respetamos la independencia judicial y si no, que confiamos mucho. Queremos tener mayor oportunidad de ver si la Corte evaluó o no a estos candidatos. Por eso, en este proceso de metodología incorporamos la entrevista, no queremos pasar las fronteras”, explicó Luis Fernando Chacón, diputado del Partido Liberación Nacional.
Chacón manifestó que para este concurso ya están muy adelantados y sería difícil incorporar cambios en la metodología, sin embargo, alegó que la Comisión de Nombramientos tiene la apertura de impulsar cambios para hacer más transparente el proceso.