Arnoldo Villalta, de 54 años, denunció este jueves al cura Hernán Castillo Huertas de supuestamente haberlo violado en 1983, en la Iglesia de La Soledad, en San José.
Así lo dio a conocer este empresario, quien habló en 2017 con el medio digital AmeliaRueda.com de manera anónima, y hoy, ante la serie de denuncias en contra de sacerdotes de la Iglesia católica, decidió dar a conocer su historia.
Villalta dijo que los hechos se dieron cuando él tenía 17 años de edad y trabajaba en el negocio de floristería de sus padres. Alegó que esperó muchos años para denunciar por el temor al “qué dirán”.
Agregó que los actos se dieron en un pasillo de la Iglesia y que esta situación se dio con otros menores, pero que no todos se atreven a denunciarlo.
“Mi papá, de descendencia alemana y muy machista, dijo que yo había buscado al sacerdote. En redes sociales nadie dijo que me violaron, preguntaron que cómo un hombre de 17 años fue violado, que yo ya no era un carajillo. Vivimos en una sociedad machista”, reprochó.
Villalta agregó que tampoco hizo la denuncia por consideración de su madre, una mujer muy religiosa. “Siempre me pidió que esto se guardara. Hasta su muerte puse la denuncia”.
El empresario presentó la denuncia ante la Nunciatura del Vaticano el 4 de agosto de 2017, después de que el sacerdote se pensionó. Villalta se quejó de que la Iglesia lo contactara hasta hoy, supuestamente.
Al respecto, la Curia Metropolitana alegó que sí se ha intentado contactar al denunciante y que el trámite se atrasó porque Villalta pospuso la presentación de testigos. “Por iniciativa de nosotros, le citamos para que trajera a sus tres testigos hoy, y solo trajo dos”, dijo Rafael Sandí, canciller de la Curia.
Los voceros de la Iglesia católica también presentaron un certificado médico de Hernán Castillo Huertas, hoy con 84 años de edad, deterioro cognitivo y un diagnóstico de demencia vascular.
Exige renuncia
El empresario hizo un llamado para que las víctimas se manifiesten esta tarde a las 6 p.m. a un costado de la Catedral Metropolitana para pedir la renuncia del arzobispo de San José, José Rafael Quirós.
“Él es un encubridor. Aquí el sabe de movimientos de una cantidad de sacerdotes. Los están encubriendo y la gente no denuncia. Ellos saben quiénes son los padres pederastas en Costa Rica y todos se tapan con la misma cobija”, agregó.
Quirós fue denunciado en septiembre del año anterior ante el Vaticano por supuesto encubrimiento de delitos sexuales perpetrados por el sacerdote Mauricio Víquez, quien huyó del país el 7 de enero, después de conocer una denuncia penal en su contra por el delito de violación.
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