El ministro de la Presidencia, Víctor Morales Mora, renunció al puesto que asumió en agosto pasado para las tareas de escudero del presidente Carlos Alvarado, vocero de la Presidencia con diputados o sectores y coordinador del gabinete. Lo anunció esta mañana al leer una copia de la carta que le entregó al mandatario, con el argumento de que ya enfrenta “un irremediable deterioro de la legitimidad” necesaria para relacionarse con el Congreso.
Morales Mora, vuelve a la curul legislativa que dejó congelada cuando Alvarado lo llamó como sustituto de Rodolfo Piza. Desde ahí afrontará el proceso judicial que abrió el Ministerio Público en contra suya y del presidente Alvarado por los delitos de prevaricato y violación de datos confidenciales, tras las denuncias por el funcionamiento de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD). También se expone a una moción de censura en la Asamblea Legislativa, como parte de la investigación política.
La renuncia se hace efectiva a partir de hoy, dijo en la declaración acuerpado por miembros de la bancada del Partido Acción Ciudadana (PAC) y algunos de los miembros del gabinete de Alvarado.
El abogado y exministro descarta responsabilidad alguna sobre las tareas la UPAD hechas por tres profesionales que trabajan desde el 2018 como analistas de bases de datos, con el propósito manifiesto de asesorar al presidente Alvarado. El problema es que se sospecha que accedieron a información confidencial, según las pesquisas del Ministerio Público abiertas después de la fugaz publicación de un decreto el 17 de febrero en el diario oficial La Gaceta.
Morales Mora se convierte en la cuarta salida que se anuncia después de conocido “el caso UPAD”, pues renunciaron el asesor legal presidencial Luis Salazar, el viceministro de Hacienda Juan Alfaro y el de Planificación, Luis Daniel Soto. Salazar y Soto figuran también como sospechosos en la investigación judicial.