El Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) se acogió esta semana a la “amnistía tributaria” estipulada en la reforma fiscal, para lo cual pagó al Ministerio de Hacienda un monto equivalente a $119,3 millones o 0,21% del PIB.
El mayor banco estatal confirmó ese pago ante una consulta de este Semanario y detalló que pagó ese monto (¢71.000 millones) por el principal adeudado desde 2010, más 20% de multas.
El monto representa un 0,21% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, representa casi una sexta parte de la capacidad recaudatoria estimada de la reforma fiscal en los siguientes años (¢446.000 millones, 1,29% del PIB).
La “amnistía tributaria” es un recurso que condona intereses y rebaja parcialmente las penalizaciones con tal de que los deudores del Gobierno cancelen sus cargas fiscales durante los tres meses posteriores a la publicación de la ley, acto que ocurrió el 4 de diciembre pasado.
El plan fiscal contempló dos de estos mecanismos: uno primero para todos aquellos que tuvieran obligaciones pendientes con Hacienda, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS); y otro —el que ahora utiliza el Banco Nacional— para las entidades financieras del Sistema Bancario Nacional (SBN).
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La amnistía permite a Hacienda recibir recursos frescos a corto plazo, a diferencia de otras fuentes generadas con la reforma fiscal, que se podrían reflejar hasta mediados del 2019.
Al respecto, la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, señaló este miércoles por la noche que su cartera esperaría recolectar al menos unos ¢173.000 millones (0,5% del PIB), aunque en una respuesta a un diputado también se mencionaba que la recaudación podía subir al 0,7% del PIB si se acogía un 30% de los deudores y no un 15%, número esperado por Hacienda.
“La estimación global para el trimestre rondaba por ahí del 0,5% del PIB (¢173.000 millones), y de esa estimación global una buena parte provendría de los bancos”, ya decía este miércoles la jerarca, cuando reveló que habían ingresado los recursos sin especificar de parte de cuál contribuyente.
La jerarca destacó el ingreso por las amnistías como parte de una serie pagos de última hora que permitieron cancelar las Letras del Tesoro, una emisión de casi ¢500.000 millones de colones que el Banco Central le había “prestado” al Ministerio de Hacienda en septiembre ante la incertidumbre financiera de aquel momento, anterior a la aprobación del Proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Hacienda ha defendido las amnistías porque resuelven los largos y caros conflictos administrativos o legales con entidades financieras por interpretaciones del Impuesto Sobre la Renta, como ocurre con los bancos. Esto, a pesar de criterios en contra por el trato preferencial a favor de grandes contribuyentes, como criticó el diputado José María Villalta.
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Villalta incluso mantiene interpuesto un recurso de amparo para que Hacienda revele cuáles serían todos los posibles beneficiarios, pues considera que el mecanismo es un “odioso” privilegio.
Otros bancos del Estado también sostienen disputas por el pago de impuestos; sin embargo, aún no realizan ningún movimiento.
Entre ellos está el Banco de Costa Rica (BCR), cuya gerente corporativa de Finanzas, Rossy Durán, confirmó que el tema “aún se encuentra en estudio” y que “en las próximas semanas el Banco tomará una decisión al respecto”.
