Las autoridades de Salud investigan cuatro nuevos casos sospechosos de sarampión en la zona de Cóbano, Puntarenas. Se trata de niños con edades entre 3 y 10 años, hijos de ciudadanos de nacionalidad estadounidense.
Los padres de los menores no vacunaron a los niños y además no les tienen insertos dentro del sistema educativo costarricense.
Según la investigación preliminar del Ministerio de Salud, los menores pudieron haber adquirido el virus de una estadounidense que les visitó, quien presentaba síntomas de sarampión.
Los niños que fueron atendidos en la Clínica de Cóbano de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), presentan fiebre desde el pasado 15 de marzo y brotes en la piel desde el 18 de marzo. Los casos se consideran como altamente sospechosos por su presentación clínica.
Ante tal situación, el Ministerio de Salud, en conjunto con la CCCS, activó el protocolo establecido: aislamiento de los once miembros de la familia (padre, madre y nueve niños, de los cuales cuatro son lo que presentan cuadro sospechoso de sarampión) y toma de muestras y envío a INCIENSA para el respectivo análisis.
Además se hará investigación de campo para indagar posibles contactos en la localidad de residencia de los casos, revisión de esquemas de vacunación y aplicación de la vacuna en los casos que se requiera.
El sarampión se transmite por gotitas de saliva principalmente por medio de tos y estornudos a aquellos individuos que no hayan recibido inmunización.
El último caso importado de sarampión que se presentó en nuestro país fue en febrero pasado cuando una familia francesa llegó a suelo costarricense con el virus. Los tres miembros de la familia (el niño y los padres) no contaban con el esquema completo de vacunación contra el sarampión.