El arzobispo de San José, José Rafael Quirós, afirmó este viernes por la mañana que la Iglesia siempre les ha tendido las manos a las víctimas en los casos de abusos sexuales perpetuados por sacerdotes de la Iglesia católica.
Las declaraciones las dio en una visita a la Parroquia de San Antonio de Padua, en Coronado, donde hay un rótulo con su fotografía y un texto que dice “Mons. José Rafael Quirós, un pastor para servir a su pueblo, bienvenido”.
Quirós le dijo a UNIVERSIDAD que no dará más declaraciones sobre las denuncias en su contra por supuesto encubrimiento de abusos sexuales contra menores, ni de las denuncias contra el sacerdote Mauricio Víquez. Este medio consultó si Quirós tiene interés en colaborar para que la Fiscalía encuentre a Víquez y rinda cuentas ante la justicia, luego de que este último salió del país el 7 de enero tras conocer una denuncia en su contra por el delito de violación. No obstante, el jefe de la Iglesia evitó referirse al tema.
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“En el contexto de la tarea que como pastor me corresponde, estoy en visita pastoral y me están esperando los niños de la escuela, vamos a tener un rato de oración. Es en ese contexto de fe y amor al señor que se ha venido llevando a cabo todo el proceso, he dado toda la información que corresponde. Es un proceso que se lleva adelante, todo proceso tiene su camino y como está en camino, no me voy a referir más a este tema”, dijo.
Días atrás, Quirós espondió mediante un comunicado de prensa que Mauricio Víquez no comunicó sobre su salida, y que se enteró por medios de comunicación.
Sobre las reiteradas denuncias alrededor del mundo contra la Iglesia católica por abuso sexual contra menores de edad, Quirós señaló que la labor de las autoridades eclesiásticas ha sido siempre la de apoyar a las víctimas.
“El papa Francisco ha sido muy claro en relación a este tema. Me adhiero plenamente a lo que él ha manifestado. Por supuesto que en todo momento la Iglesia ha estado cercana en tender la mano a las víctimas y todo esto es lo que estamos poniendo en práctica y lo hemos puesto en práctica”, dijo Quirós.
El arzobispo de San José comunicó el martes pasado que ya no asistirá a la cumbre de pedofilia en el Vaticano mientras se lleva a cabo la investigación sobre su supuesto encubrimiento, pese a que a mediados de enero le dijo a los medios de comunicación que sí lo haría.
“Ya me referí a este tema en el comunicado. Fue decisión personal, pero ya no voy a ahondar más en este tema”, aclaró.
El arzobispo afirmó que no conoce mucho sobre el proyecto de ley que pretende elevar a 25 años -actualmente son 10 años- el tiempo de prescripción de delitos sexuales contra menores.
“Es un tema muy específico. Voy a reflexionar en relación a este tema particular. En todo momento lo que debe brillar es la justicia”, comentó.
El caso
Quirós conoció de las denuncias contra Mauricio Víquez desde 2003 cuando fungía como vicario general de la Arquidiócesis de San José. Víquez fue acusado por varios exmonaguillos de las comunidades de Tres Ríos y Patarrá, en donde señalaron que el cura los masturbaba e incitó a realizar prácticas sexuales. La decisión de la Iglesia católica, en ese momento liderada por monseñor Hugo Barrantes, fue separar a Víquez de la parroquia de Patarrá. Años después, fue designado como vocero de la Iglesia.
Inclusive, el arzobispo Quirós nombró a Víquez como director del Instituto Arquidiocesano de Investigación Histórica y Patrimonial el 31 de agosto de 2017, pese a que en 2016 fue separado de sus funciones sacerdotales. Este nombramiento se dio un año después de que el diario La Nación publicara una serie de denuncias que lo señalaban por tener encuentros sexuales con hombres, en tiempos donde figuraba en televisión para hablar contra el matrimonio homosexual y la defensa de la “familia tradicional”.
La Fiscalía investiga a Víquez por el delito de violación. Por la edad del denunciante, el caso prescribiría en setiembre próximo. Además de su salida del país, el cura pidió un permiso sin goce de salario para ausentarse de su trabajo como profesor de la Universidad de Costa Rica. La institución le negó el permiso.
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