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Acueductos rurales y ASADAS enfrentan crisis por altas cifras de morosidad

La morosidad ante las Asadas ha aumentado entre un 20 y un 30% desde que empezó la pandemia; sin embargo, en algunas llega hasta un 60%, según la Conaflu.

La Confederación Nacional de Federaciones, Ligas y Uniones de Acueductos Comunales (Conaflu) advirtió que se encuentran entre la espada y la pared sin posibilidades financieras de costear los costos de operación de muchos acueductos, debido a la morosidad de los usuarios y a las directrices emitidas por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

Según explicó Olga Zárate Esquivel, presidenta de la Conaflu, muchos acueductos se encuentran en jaque y casi en la quiebra sin saber qué hacer, ya que no están teniendo ingresos para poder pagar el servicio de electricidad, para pagar a los empleados administrativos o fontaneros, ni para comprar cloro.

“Es un calvario lo que estamos viviendo los acueductos. Hasta se le tuvo que pedir a Yamileth Astorga que escribiera a la gerente del ICE para que nos permitan hacer un arreglo de pago y no nos corten la luz a los acueductos”, dijo Zárate en entrevista con UNIVERSIDAD.

Mediante una directriz emitida el 19 de marzo de este año, el Poder Ejecutivo instó a todos los prestatarios del suministro de agua potable a que restablecieran el servicio de agua a aquellos usuarios que tuvieran suspendido el servicio por falta de pago o morosidad. También se les “invitó” a detener temporalmente las desconexiones en aquellos casos de usuarios que enfrentan dificultades para cumplir con el pago.

Recientemente el AyA anunció que extenderá hasta el 15 de setiembre la moratoria de “corta” o suspensión de los servicios a aquellos usuarios que deben a la institución y que se amplió hasta el 15 de setiembre la continuidad del suministro de agua a las familias que han tenido problemas para pagar el servicio. Los 1.500 operadores locales de sistemas de acueductos deben acatar la directriz.

No obstante, el 5 de agosto la Conaflu escribió a la presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, recordándole que los costos operativos que implica la prestación del servicio son sufragados por los operadores que administran los acueductos, y que enfrentan una situación financiera crítica.

“En vista de la situación apremiante que enfrentan las ASADAS ante el incremento de la morosidad por parte de los usuarios y debido a que no logramos enfrentar los costos de operación, tomamos la decisión de no continuar con la aplicación de dichas directrices, iniciando con las cortas del servicio y restableciendo las prioridades y necesidades de nuestros acueductos”, dice el documento.

“Recalcamos que al ser acueductos comunales, el manejo de la situación se facilita debido a que conocemos nuestras comunidades y las personas que las conforman y en caso de presentarse usuarios en condiciones de vulnerabilidad debido a la situación de la pandemia del COVID-19, aplicaremos las medidas necesarias para solventar su situación, asegurando su salud, el bienestar común y la solidaridad, apelando a la empatía”, continúa el texto.

De acuerdo con Zárate, recibieron respuesta de Astorga, quien reconoce su situación y están intentando buscar una solución.

La morosidad ante las ASADAS ha aumentado entre un 20 y un 30% desde que empezó la pandemia; sin embargo, algunas enfrentan porcentajes de morosidad de hasta un 60%, según Zárate. Y ellos creen que las prórrogas de “corta” de servicios van a continuar.

La queja generalizada es que les obligaron a reconecatar servicio a gente que ya debía hasta tres meses antes de que empezara la pandemia por el COVID-19.

Para los operadores, hubiera sido más efectivo que los usuarios que están enfrentando problemas económicos debido a la pandemia por el COVID-19 porque los despidieron, les redujeron las jornadas o les suspendieron el contrato les presentaran prueba de lo anterior y solicitaran un arreglo de pago sin que se les corte el servicio.

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