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Un día, los alienígenas llegaron

Venían de tierras lejanas, de las que nadie había oído hablar, en naves prodigiosas, usando una tecnología con la que solo se podía soñar.

Venían de tierras lejanas, de las que nadie había oído hablar, en naves prodigiosas, usando una tecnología con la que solo se podía soñar.

Venían con armaduras y escudos de una fortaleza nunca vista; hablaban un idioma desconocido y traían con ellos extrañas bestias.

Todo el mundo se preguntaba: ¿quiénes son?, ¿de dónde vienen?

Algunos decían que eran mensajeros de las estrellas. Otros susurraban que eran como dioses del cielo.

Por desgracia, todos estaban equivocados.

El fatídico año es 1519, cuando Moctezuma se encontró con Hernán Cortés y los imperios azteca y español chocaron.

Cortés y sus conquistadores no eran mensajeros de los dioses, sino piratas sedientos de oro y de cualquier otra cosa que pudieran saquear.

La civilización azteca había tardado miles de años en salir de los bosques pero, armada solo con tecnología de la Edad de Bronce, fue derrotada y destruida por los soldados españoles en cuestión de meses.

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