La Universidad de Costa Rica (UCR) se ha convertido a lo largo de los años en un ecosistema de innovación interno compuesto por estudiantes, docentes, investigadores y personal administrativo. Todos interactúan en un ambiente dinámico que tiene a su disposición laboratorios, fincas, estaciones experimentales y plantas pilotos, entre otros recursos.
Dentro de esta enorme gama de opciones para desarrollar innovación, la UCR ha creado unidades de apoyo para promover que el conocimiento generado impacte a la sociedad. Así fue como se creó, en el año 2005, Proinnova, una unidad técnica especializada que pretende proteger, gestionar y transferir dicho conocimiento, el cual cuenta con enorme potencial para crear innovación en el sector socio-productivo.
Precisamente, en el marco del II Foro Institucional 2018 de la Universidad de Costa Rica (UCR), “Aportes de la UCR al desarrollo social, científico y tecnológico de Costa Rica”, la directora de Proinnova, Marianela Cortés presentó un detalle de cómo, mediante la utilización de ese conocimiento, empresas públicas, privadas, asociaciones y organizaciones no gubernamentales generan un impacto en múltiples áreas de la vida nacional, incluso fuera de las fronteras.
“Gracias al aporte que brinda Proinnova de proteger la propiedad intelectual institucional para ponerla al servicio del desarrollo económico del país, ha sido posible generar nuevas empresas o entidades que se incuban desde AUGE -creada en 2012-, o hacer la transferencia de conocimiento con entidades ya existentes. También hemos visto el impulso del Laboratorio colaborativo de Innovación Pública (Innovaap-UCR) y el Proto Lab, que es gestionado por la FundaciónUCR”, explicó Cortés.
Estos espacios de generación de conocimiento son un complemento a ese ecosistema interno de la UCR que impulsa la innovación, pero lo más importante es que las acciones que se desarrollan desde Proinnova facilitan la conexión de ese ecosistema con la sociedad y potenciar los efectos positivos.
Con su aporte, Proinnova permite que toda esta innovación, así como las capacidades científicas y tecnológicas se ponga al servicio del país, producto de una histórica inversión en educación que se ha realizado en Costa Rica.
“Hay proyectos de transferencia de conocimiento en todas las áreas como Artes y Letras, Ciencias Básicas, Ciencias Sociales, Salud, Ingenierías y Ciencias Agroalimentarias, y cada una impacta a las personas, mejorando la calidad de vida, las oportunidades de empleo, los encadenamientos, el establecimiento de nuevas dinámicas sociales, mercados de exportación, soluciones innovadoras a problemas de la sociedad, productos para la salud, la educación y muchos más”, añadió Cortés.
Estos ejemplos demuestran que la UCR tiene la capacidad de generar soluciones para los problemas locales, regionales e internacionales. En la Universidad se hace ciencia de calidad mundial que tiene el potencial de convertirse en innovación e impactar a la sociedad.