TICOTUB es un dispositivo, diseñado en Costa Rica, que facilita la toma de muestras de saliva y diagnóstico de enfermedades, y que fue desarrollado por un equipo de profesionales y apoyado por la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova).
Se trata de una solución nacional accesible y de bajo costo para mejorar la capacidad diagnóstica en situaciones de emergencia sanitaria. Su diseño facilita el tamizaje en zonas rurales, poblaciones escolares, empresas y centros comunitarios, mientras que puede contribuir al fortalecimiento de la soberanía científica y tecnológica del país.
Especialistas en biología, ingeniería, enfermería, comunicación, matemáticas y salud pública unieron esfuerzos en la Universidad de Costa Rica, dando origen a un sistema integral de detección basado en saliva, contó con financiamiento de la UCR, Boston Scientific, CSUCA-SICA, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el respaldo de la Embajada de Francia.
Precisamente, la iniciativa fue impulsada por Fernando Flores Mora de la Escuela de Biología e Ingeniería Mecánica, quien fue el inventor principal; Ximena Horvilleur Gómez, estudiante de Ingeniería Mecánica; Andrés Gatica Arias de la Escuela de Biología y German Madrigal Redondo de la Facultad de Farmacia.
“TICOTUB nació de la necesidad de contar con un dispositivo de colecta de saliva para detectar Covid-19. Los dispositivos comerciales necesitaban de accesorios extra para ser usados correctamente, los cuales no tenían un lugar seguro para ser desechados, eso motivó nuestro producto”, comentó Flores.
Desarrollaron el prototipo que fue puesto a prueba en el campo con pacientes y evaluado por técnicos y expertos, incluso colaboradores de una empresa china les facilitaron consejos y correcciones para un modelo por inyección más adecuado.
El dispositivo no requiere accesorios, además, ninguna parte que entre en contacto con la saliva puede quedar expuesta y una vez que la muestra esté adentro, debe retenerla en todo momento.
Por su parte, Andrés Gatica explicó que está diseñado para garantizar una adecuada preservación de la muestra gracias a su recubrimiento con nanopartículas antimicrobianas y resistencia térmica.
Para Ximena Horvilleur, participar de este proyecto como parte de su tesis de licenciatura ha sido una experiencia sumamente enriquecedora, pues no solo aplicó muchos de los conocimientos adquiridos a lo largo de su formación, sino que se le abrieron muchas puertas en áreas que desconocía.
“Aprendí sobre nanopartículas, métodos de caracterización, materiales y plásticos, desarrollar soluciones prácticas en el laboratorio y buscar formas creativas de hacer las pruebas. Fue un reto que fortaleció mis habilidades como ingeniera”, reconoció.
Andrés Gatica agregó que proyectos como TICOTUB pueden trascender el ámbito académico gracias al aporte de Proinnova, que ha sido fundamental en la gestión de la propiedad intelectual, así como de la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (Diprovid), que los fortaleció en la cooperación internacional, y la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE) que abrió la puerta al posible escalamiento comercial.
“En conjunto, estas unidades impulsan una cultura de innovación desde la UCR que promueve el emprendimiento científico, la soberanía tecnológica y la transferencia efectiva de conocimiento hacia la sociedad”, añadió.
