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Rock, pop y poesía

En los últimos días hemos estado presenciando el boom de vuelta que ha traído la película Bohemian Rhapsody del director Bryan Singer.

Estrellas en 45

Roig Fernández

Euned, 2019

En los últimos días hemos estado presenciando el boom de vuelta que ha traído la película Bohemian Rhapsody del director Bryan Singer. Los mayores de 40 años se han transportado a aquella época inolvidable y los jóvenes se han interesado en conocer más de la música de los años setenta. Y yo en mis adentros siempre me dije, ¡pero, aquí en Costa Rica hay un escritor que lo hizo primero! ¡Y mucho mejor!

El libro Estrellas en 45 me cautivó con sus palabras y notas por la magia con que fue creado. Atrapó mi esencia como lectora, no solo porque soy cantante desde los cinco años, sino porque Roig Fernández revive aquella rebeldía de la que fuimos cómplices.

En la primera parte de este poemario nos encontramos con “Flasback, Recuadros Inéditos”. Es imposible leer cada poema sin escuchar la canción dando vueltas en la memoria; lo deja tan claro en una de sus tantas confesiones, cuando a la mitad del poema toma fuerza y nos dice: “Musa de un cuento llamado Xanadú / donde tu papel principal / es patinar en todas direcciones, / imprimir en el romanticismo de las calles / profundas notas de candidez”. Y de inmediato se enciende la inolvidable melodía “A place where nobody dare to go the love that we came to know they call it Xanadu”.

Estrellas en 45 es un poemario con calidad literaria. Roig no solo nos muestra a un joven tímido y rebelde a su vez, el cual desnuda su pasión cuando nos dice “Los setenta son mi desatino, la pista musical de mi conciencia. Los intrusos, el bullicio”. Y es que ese desatino, desata una lluvia de imágenes que inmortaliza aún más a cada cantante, actor o actriz y a grandes bandas musicales. Hay poemas que, sin leer el título, nos adentran en la esencia del personaje con franqueza poética: “Torbellino de caderas. / Atractivo como el oro. / Un copete directo / Mortal”. No puede haber algo más bello para describir al rey del rock and roll.

Una particularidad muy sentida es que Roig está inmerso en cada poema, no importa si tuvo o no contacto con algún personaje, no sabemos a cuál concierto pudo asistir, lo que sí sabemos es que él sigue girando en ese disco infinito de su alma: “Pocas veces se mira a un cuarteto / abrirle los ojos a Europa, / a Suecia, / a mí”.

A pesar de que la historia, en muchos casos, no ha sido favorable para diversos artistas, y tomando en cuenta la necesidad de Roig de sacar a relucir ese pasado como parte de la oda poética que ha desarrollado, me enorgullece expresar que pude conocer la biografía dolorosa de un personaje, pero cargado de abundante luz y delicadeza para exponerlo. Ese es el poeta.

“Niña en ascuas, / hija de la esquizofrenia  / y del sueño empapelado / en un suburbio de California, / joven desvestida / por las manos abusadoras / de un orfelinato”. Estremecedor comienzo para liberar a Norma Jean (algo así, como cuando le pide disculpas a Janis), un verdadero homenaje a una mujer que, tal vez, no fue de su agrado, pero que reconoce que su poesía no podría dejarse por fuera de este libro. “Tus notas no son aceite para mis oídos / pero aseguro / que de lo propicio de la persuasión / están llenas / tus entrañas”.

En la segunda parte del libro llegamos a la conclusión de que nos encontramos con un escritor costarricense sensible y apasionado, “prisionero de la radio, de las rocolas, del tocadiscos y de los afiches que recubren la inocencia” que todavía carga.

Escuchamos a menudo que hay un gran porcentaje de personas en nuestra sociedad que no leen. Posiblemente sea cierto, pero de algo estoy segura, este libro cautivará a toda aquella persona que vivió la música, esos rebeldes, desobedientes, incrédulos, que renacen con el rock, enamorados de lo imposible. La poesía de Estrellas en 45 se encargará de lo demás.

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