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Pincel: primer museo virtual de arte e historia

La Pinacoteca Costarricense Electrónica (Pincel) pone a disposición del público una colección de décadas del arte costarricense.

En una reciente disertación sobre el proceso y publicación de una investigación mía considerada innovadora, decía que “esa mirada al patrimonio artístico costarricense que me atreví a llamar Pinacoteca Costarricense Electrónica (Pincel) se convirtió, sin querer, en el primer Museo Virtual de Arte Costarricense”.

En este museo virtual se conjugan arte, historia y tecnología. Pincel es Costa Rica percibida a través de los ojos de los artistas; es una línea del tiempo de la historia del arte costarricense. Es también una ventana para un sinnúmero de artistas que de otra forma no pudieron mostrar nunca sus obras y de los que no se habla en textos, libros o revistas de arte.

Aquí, los curadores, estudiantes, historiadores, profesores y entusiastas del arte pueden investigar libremente y es posible que hagan el recorrido con tan solo la punta de los dedos en el teléfono móvil, una computadora o una tablet, desde cualquier parte del mundo.

Pincel es el resultado de un trabajo interdisciplinario, riguroso y exhaustivo en el cual invertí casi 20 años de investigación. Pero Pincel es, sobretodo, mi homenaje personal a todos y cada uno de los artistas, profesores, investigadores, ilustradores, fotógrafos, tipógrafos y promotores que han sido y serán esenciales en el desenvolvimiento del arte nacional.

Al preguntarnos sobre la gestación del mismo, debo aclarar que ser profesora de la Universidad de Costa Rica (UCR) y de su Escuela de Estudios Generales fue esencial. La docencia incentiva la investigación, sobretodo cuando a nuestras aulas llegan jóvenes de primer ingreso a los que hay que enamorar en ese quehacer cotidiano del aprendizaje y que los llevará a disfrutar de su carrera, del arte y del mundo que los rodea.

El ambiente de la Cátedra de Artes de la Escuela de Estudios Generales de la época fue propicio para que doña Floria Barrionuevo, historiadora, y yo, especializada en Artes Plásticas, nos abocáramos a realizar, en una primera etapa, material didáctico para nuestros cursos. Por ello, el quehacer interdisciplinario jugó un papel importante en nuestra labor.

Volviendo a los inicios de esta aventura: el proyecto lo inscribimos en la Vicerrectoría de Investigación, para hacer libros de diapositivas y las mismas fueron utilizadas para impartir lecciones. Pronto se tomó la decisión de guardar la información digitalmente, tarea difícil porque en la Costa Rica de la época no había facilidades para hacerlo.

Almacenábamos la información en dispositivos electrónicos, estos se sucedieron conforme iba cambiando la tecnología. Sy quest, flopyes grandes y pequeños, discos rígidos, cd y toda especie de discos duros. A su vez las computadoras eran cada vez más potentes, pero los programas siempre las superaban.

Puedo asegurarles que desde el comienzo de esta investigación, las imágenes y la información escrita han migrado unas diez veces de dispositivo en dispositivo, y que posiblemente seguirán migrando porque la tecnología avanza a toda velocidad.

Originalmente, una computadora en la Biblioteca de la Universidad iba a ser nuestro receptáculo; sin embargo, esa idea quedó sepultada porque la carrera tecnológica se aceleraba.

Internet era una realidad, el camino lo habían señalado personas como Gabriel Macaya y Guy De Teramond en la UCR. Entonces, nació la idea del Museo Virtual en línea.

La Vicerrectoría de Investigación y la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la UCR me apoyaron para tecnificar todo el acervo que había ido acumulando. Al pensionarme, seguí sola en esta aventura digital.

Enumero algunos de los retos de un proyecto como este: los derechos de autor es uno de ellos, otro es la imagen misma porque debe ser explícita y con buenos colores, pero a su vez debe ser pequeña para que no sea plagiada.

El buscar y contactar coleccionistas o artistas uno por uno y tomar su obra e incluirla en la base, es una labor muy complicada, pero los fondos para poder mantener un proyecto como este son un dolor de cabeza, sobretodo si queremos que sea de acceso libre.

Por último y el más grande de los retos fue conseguir quién nos pudiera migrar la Base de Datos a la Web y que siguiera siendo ágil y de búsquedas múltiples. Por fin encontramos un joven graduado de la UCR que hizo posible el milagro.

Gracias al aporte de los artistas y coleccionistas que me han permitido fotografiar sus obras, que al final de cuentas, son el meollo y el alma de este proyecto innovador, PINCEL.CR ha estado en la web desde agosto del 2018 y les puedo asegurar que nunca imaginé el impacto que esta investigación iba a tener. No soolo ha sido innovadora, sino que se está convirtiendo en un elemento esencial en el estudio de las artes plásticas nacionales.

Nuestra meta es seguir creciendo para que las obras de nuestros artistas no se queden en páginas sin recuerdo.

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