Los Libros

Quino, el humor inteligente

El miércoles 30 de setiembre falleció el gran humorista gráfico argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido como Quino. Medios de comunicación en todo el mundo le rindieron homenaje y lamentaron su partida. Le hicieron especial referencia a su personaje Mafalda, que sin duda ha cautivado a varias generaciones.

Es posible que Quino haya sido uno de los mejores comediantes de humor de todo el mundo, aunque él mismo reiteraba su admiración por otros a quienes consideraba superiores a él y muchas veces su referencia. Para la modestia personal de Quino posiblemente eso está bien, pero para ser justos con el mundo del humor gráfico la universalidad de Quino es un fenómeno insoslayable.

Traducido a al menos 20 idiomas, editado en China, Marruecos, Indonesia, Canadá, Alemania, Finlandia, toda Latinoamérica, entre tantos países, ahora Internet lo ha proyectado aún más por el planeta entero, donde pese a las muy distintas idiosincrasias sus dibujos son celebrados.

La gran cantidad de reconocimientos, desde estatuas de sus personajes, nombre de calles en las ciudades, hasta doctorados Honoris Causa de universidades y el premio Príncipe de Asturias 2014 en Comunicación y Humanidades, son apenas un intento de agradecimiento de un público multitudinario en todo el mundo que se siente en deuda con él.

¿Quién es Quino?

Más que una salida ingeniosa o una buena ocurrencia que provoca la risa, la obra de Quino apuntó a la crítica y la reflexión.

Fue un artista comprometido, aunque nunca se afilió a ningún partido político sí tuvo muy claras sus convicciones hasta el último de sus días.

Luchó contra la injusticia pero también contra la insensatez.

Reconocía que había crecido en un hogar muy politizado, donde era muy frecuente que se hablara de política. Su familia había emigrado de Andalucía a Argentina. Él nació un 17 de julio de 1932 en Mendoza, Argentina.

Sus padres murieron cuando él era adolescente. Ingresó en la Escuela de Bellas Artes, pero luego la abandonó porque no creyó que eso fuera importante para la carrera de dibujante que había decidido llevar. Años después se arrepintió mucho de haberlo hecho, pues reconoció que resentía la falta de formación académica que luego tuvo que adquirir con mucho esfuerzo autodidacta.

Mundo Quino fue su primer libro, editado en 1963, donde recogía materiales en los que había trabajado durante sus diez primeros años como dibujante humorístico.

Su compañera de toda la vida fue Alicia Colombo, doctora en Química. Se casaron en 1960, el con 27 y ella 28, tenían varios años de conocerse y ser amigos. Luego se convertiría en su promotora y lo impulsaría en su carrera internacional. Ella murió en 2017.

Mafalda en escena

En 1964, el proyecto fallido de una campaña publicitaria le había dejado en un cajón algunas muestras de una tira cómica. Un amigo le insistió en que lo propusiera a un periódico y él, sin mayor expectativa la envió al diario Primera Plana. La tira se llamaba Mafalda y así empezó una labor que le ocupó los próximos años de manera total y una experiencia que le abrió un lugar en el corazón de lectores en todo el mundo.

Al igual que The Beatles, el grupo amado de Mafalda, tras 9 años de convivencia, el 25 de junio de 1973, la niña y sus compañeros decidieron retirarse de la vida pública.

El dibujante humorista decidió no continuarla y sus seguidores pasaron reclamándoselo las cinco décadas siguientes.

¡Quino es inocente! Mafalda, ni está muerta, ni dejó de existir. Quien con bulímico afán haya devorado los diez volúmenes de tiras cómicas que Quino elaboró y publicó de manera ininterrumpida a lo largo de nueve años puede saltar páginas y regresar a cualquiera de los momentos deliciosos que sus personajes nos ofrecen para volver a disfrutar con toda gana. La buena mano de Quino tiene esa virtud de haber hecho a Mafalda inmarcesible y fluir de generación en generación a través de los siglos.

Aunque el personaje de Mafalda y sus compañeros de la tira cómica, son una referencia en el mundo entero, la obra de Quino es mucho más que eso.

Una mirada desde el absurdo

Basta ver el nombre de algunos de sus libros: A mí no me grite, ¡Qué mala es la gente!, ¡Qué presente impresentable!, Potentes, prepotentes e impotentes, Gente en su sitio, Sí, Cariño…, para identificar su juego irónico y a la vez profundamente humano.

Quino pertenecía a ese grupo selecto de personas comprometidas, sinceras, que, como decía otra de ellas, “desdeña las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna”. Personalmente era un hombre de trato amable, cálido y generoso, aunque extremadamente tímido.

De su mano generosa nos queda su tira cómica Mafalda, pero además sus otros libros del universo Quino, que son un deleite extremo, para gozarlo reposadamente, como se aprecia a los clásicos.

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