Los Libros

En recuerdo de Skármeta

Antonio Skármeta no solo fue el autor de Ardiente Paciencia, comercializado luego como El cartero de Neruda, sino que fue un agitador cultural y un escritor comprometido con los más altos valores de la ética y la estética literarias en América Latina.

Con motivo del 25 aniversario del Semanario UNIVERSIDAD, en 1995, el autor estuvo en Costa Rica y participó de forma entusiasta en el festejo. Presentó en aquella oportunidad la versión cinematográfica de Ardiente Paciencia, en la que nos hizo creer que ese poeta proletario Mario Ruoppolo había existido, así como la bella Beatrice Russo.

El 15 de octubre de 2024 murió, a sus 80 años, un Antonio Skármeta (7 de noviembre de 1940-15 de octubre de 2024), quien recibió un poco tardío el Premio Nacional de Literatura de Chile, en 2014.

Amante de los libros y del humor, su programa El show de los libros, revolucionó la forma en que se transmitía el placer que representaba la lectura y que se había consolidado tras la aparición de la imprenta de Johannes Gutenberg en 1440.

En Costa Rica, además de participar de aquel ya lejano festejo del 25 aniversario del Semanario UNIVERSIDAD, Skármeta se trasladó a Tortuguero, donde le sorprendió la forma en que llovía en este país, vivencia que luego plasmó en un pasaje de uno de sus textos literarios.

En 1989, Skármeta publicó Match Ball, una novela con un supuesto sustento real, en el que cuenta la historia de un entrenador de tenis que enloquece por una joven jugadora.

Es una narración vertiginosa y llena del más puro humor al estilo del escritor chileno.

En el prólogo a dicha obra, Skármeta recordaba: “Soy un escritor avecinado en Berlín Occidental por razones algo involuntarias. Como muchos latinoamericanos, tuve que salir con apuros de mi país hace algunos años, provisto de documentos insuficientes para conseguir un permiso de residencia en esta ciudad. Pude permanecer algunos meses amparado por triquiñuelas legales de estudiantes de abogacía, quienes se desvivían con más solidaridad que talento por conseguirnos asilo político”.

De esa experiencia en Alemania es que surge, siempre con un asterisco de supuesto, el texto que dio origen a Match Ball, divertida y apasionante de leer, y una forma de recordar a un escritor siempre comprometido con la patria grande de Simón Bolívar.

 

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