Esta serie de breves historias, como su título lo indica, conforma una alforja de emociones que la autora va ofreciendo página a página desde una perspectiva femenina.
Dice la escritora Anacristina Rossi en el prólogo:
“Son mujeres sintiendo el zacate húmedo bajo sus pies descalzos antes de emprender un proyecto, llenándose de vida o perdidas en el mar. Mujeres cuidando sus matas, hastiadas del aburrimiento de estar en la casa o cansadas del trabajo que sin embargo aman. Mujeres profesionales que no por ser profesionales dejarán de observar cómo se quiebra la luz a través de unos cristales, el nuevo brote de una begonia o violeta o el aletear y picotear de las gallinas.”
Las mujeres de Libia Herrero están imbuidas en situaciones cotidianas, pero cargadas de una tensión que atrapa, como asomarse apenas a un ámbito que se advierte mucho más profundo, que está ahí, pero que generalmente no vemos.
Estas mujeres están satisfechas con su subjetividad desde la cual luchan con los vaivenes de lo cotidiano que las influye.
Por eso, este breve volumen de breves historias, nos ofrece un conjunto de retratos de personajes como un friso mujeril.
