Forja

Las chicas Dadá

Movimiento Dadá surgió en febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire, en Zürich, cuyos propietarios eran Emmy Hennings y su marido Hugo Ball. Fue una ruptura con lo convencional en todos los ámbitos sociales. Por tanto, en el Dadaísmo encontraron nicho artistas que reclamaban romper los mecanismos, sutiles o explícitos (que luego se emplearon en ellas mismas) de sujeción de las mujeres e invisibilización de las creadoras.

Así, a 105 años de fundado el movimiento, mucho se desconoce de artistas liberadoras y desafiantes cuyo trabajo escandalizador sentó las bases o dio impulso a otros movimientos de rebeldía. Aquí tratamos de presentarles a algunas de ellas, tan humanamente provocadoras y tan políticamente incorrectas.

Mina Loy

Una prominente escritora, capaz de incomodar a los miembros de la élite y enfurecer a los hombres por medio de sus letras, Mina Loy fue de las escritoras dadaístas más importantes. Además de ser escritora y poeta, Mina creaba sus obras utilizando cualquier cosa que encontrara en los basureros de Nueva York.

Clara Tice

Mujer revolucionaria e icónica, Clara Tice es llamada “Reina de Greenwich Village”; fue de las primeras en recortar su cabello, subir el dobladillo de su falda y usó la moda y la ilustración para exaltar las cualidades de la mujer moderna. Su preocupación por el desarrollo del individuo fue manifestada de diversas maneras. En sus ilustraciones se aprecia movimiento y despreocupación, una obra que llama a la libertad.

Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven

Un collage viviente era la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven. Poeta provocativa, artista atrevida, Elsa von Freytag-Loringhoven no solo utilizaba la pintura y la escultura para expresarse, su herramienta principal era su cuerpo, capaz de convertir cualquier utensilio en un pieza de ropa o pasear desnuda por las calles de Greenwich Village, en New York. Tuvo un performance en compañía de Man Ray y Marcel Duchamp, en el cual ella rasuraba su vello púbico y al finalizar paseaba desnuda por las calles de Nueva York, en compañía de sus amigos dadaístas.

Emmy Hennings

Fundadora y dueña del Cabaret Voltaire, centro de reunión de los pertenecientes al círculo dadaísta, Emmy Hennings fue también esposa del poeta dadaísta Hugo Ball. El Cabaret Voltaire era donde Emmy presentaba sus poemas, además de ser cantante, bailarina y performer. La obra de Emmy Hennings nos habla de temas muy controversiales para la época: el amor libre, la anarquía y el deseo de una revolución social eran las preocupaciones de Emmy

Beatrice Wood (o la Mamá del dadá)

“Mamá Dada” fue el apodo dado a Beatrice Wood en el círculo dadaísta. Ella no era pintora o escultora, sino ceramista. Muchos pensarían en el oficio de la cerámica como una forma de crear objetos con el fin de adornar algún espacio, pero Beatrice Woods lo adoptó como su forma de expresión. Combinando la cerámica y el dibujo, nos transmite su gran humor, ingenio y alegría por la vida a través de sus piezas.

Sophie Taeuber-Arp

Pintura, baile, escultura y diseño de vestuario, son solo algunas de las disciplinas que dominaba Sophie Taeuber-Arp, una mujer con grandes habilidades artísticas y perteneciente a diversas corrientes, Sophie utilizaba la libertad que le daba el arte para expresar todo lo que su personalidad tímida y reservada no le permitía. Colores vibrantes, formas geométricas, habilidad de diseño textil y de interiores son algunas de las características del trabajo de una de las artistas más prominentes del siglo XX.

Suzanne Duchamp

Hermana del emblemático Marcel Duchamp, Suzanne afrontó varios obstáculos para desarrollarse como artista, no obstante, gracias a su hermano pudo superarlos y obtener el debido reconocimiento como pintora. Su trabajo es la expresión pura del dadaísmo: pintura, collage y poesía, están siempre presentes en sus obras, sobre todo en Multiplication brisée et rétablie, su obra más representativa.

Hannah Höch

Con sus collage y fotomontajes, Hannah Höch transmite gran inconformidad hacia distintas situaciones de su época: el gobierno alemán, el rol de la mujer y la creación de ideales de belleza en los medios de comunicación, es esta crítica hacia la forma de ver la figura femenina a través de lo que dicen los medios, por lo que ha sido considerada una de las primeras feministas; en su obra descompone esos ideales de belleza creando imágenes abstractas y amorfas.

Florine Stettheimer

Rompiendo con la percepción de los artistas solitarios, incomprendidos y amargados, Florine Stettheimer retrataba paisajes y salones llenos de color, crítica sutil y contundente del comportamiento de las clases privilegiadas en el periodo entre guerras. Florine Stettheimer además de ser pintora, era una poeta consciente y preocupada por su entorno, sobre todo en cuestiones como el consumismo y la verdad oculta del matrimonio.

Tomado de Cultura Inquieta

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