El experto cubano en materia de protección y transferencia de la propiedad intelectual, Rafael Ramírez, aseguró que las universidades y los centros públicos generan conocimiento que debe ser transferible para promover el desarrollo social.
Esta y otras ideas formaron parte de las charlas que impartió el experto en su reciente visita a la Universidad de Costa Rica (UCR), con la invitación de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova), y el apoyo de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (OAICE).
El invitado internacional cubano compartió sus conocimiento y experiencias tanto en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, como en la Sede Universitaria de Guanacaste.
Ramírez apuntó que el conocimiento debe ponerse a la disposición de la sociedad a través de su licenciamiento, pues la Propiedad Intelectual adquiere un papel fundamental en ese procedimiento.
“En el campo que sea, la universidad crea conocimiento que debe ser transferible en los tiempos actuales, y ahí es donde entra la propiedad intelectual”, manifestó Ramírez en una de estas conferencias.
“Proteger el conocimiento utilizando alguna de las formas de propiedad intelectual existentes nos va a facilitar la transferencia de ese conocimiento que, con tanto esfuerzo y con pocos recursos, muchas veces logramos en nuestras respectivas áreas de trabajo universitarias”, agregó.
Para Ramírez, se debe favorecer la transferencia del conocimiento que se transforma en artículos o formas de producción, mediante un modelo “que beneficie el desarrollo social”.
“Las creaciones se protegen mediante muchas modalidades; en el campo industrial están las patentes, el modelo industrial, el modelo de utilidad. Está todo el sistema de signos distintivos, tales como las marcas, los nombres comerciales, las relaciones de origen, entre otras”, acotó.
Uno de los principales retos que planteó Ramírez tiene que ver con acercar a los centros públicos con las empresas privadas puesto que, desde su perspectiva, el trabajo conjunto puede potenciar los resultados de la aplicación del conocimiento que se genera en el sector público.
“Hay poca colaboración todavía entre las universidades y la industria, y es necesario disminuir esa distancia para impulsar el avance científico”, destacó.
Rafael Ramírez es agente oficial de la propiedad industrial del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria de Cuba (Censa) y ha publicado numerosos trabajos académicos sobre la utilización de la propiedad intelectual.
Experiencia UCR
En abril pasado, Ramírez manifestó a UNIVERSIDAD sus impresiones positivas sobre el trabajo que realiza la Universidad de Costa Rica para proteger su conocimiento generado en el quehacer académico y científico.
Ya en el país, el invitado dijo sentirse “impactado” por la labor que realiza Proinnova en la UCR desde hace más de una década.
Para el gestor de innovación en Ciencias Agroalimentarias de la Unidad de Proinnova, Manuel Flores, dicha declaración representa una buena señal para la UCR y para su gestión de la propiedad intelectual.
“Nos hace sentir que vamos por buen camino, ya que al final la propiedad intelectual es una herramienta más de las que tiene la Universidad para lograr sus objetivos”, aseguró Flores.
Proinnova se encarga de los procesos de protección de la propiedad intelectual producida en la Universidad de Costa Rica.
Flores fue uno de los organizadores de la visita de Ramírez al país y aseguró que las charlas registraron una asistencia de 185 personas. Además, añadió que el objetivo de la invitación internacional se cumplió, puesto que pretendía generar un intercambio de experiencias cubanas y costarricenses en la protección y transferencia del conocimiento.
