Inteligencias

Juego de mesa para aprender a cuidar el ambiente pronto estará a la venta

El juego de mesa IyöKË fue desarrollado por Vanessa Fonseca, investigadora de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR. Su liberación en escuelas alrededor del país tuvo muy buen recibimiento, pero hasta ahora un lote se abrirá a la venta.

Un lote de 100 juegos de mesa IyöKË, que enseña a los niños y niñas a cuidar el medio ambiente, estará pronto a la venta tras 10 años de haber sido diseñado y haber circulado por escuelas alrededor del país.

La Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la Universidad de Costa Rica (UCR) es la unidad a cargo de la estrategia de distribución del juego.

Según Cynthia Céspedes, gestora de innovación en Proinnova, el juego tuvo muy buen recibimiento desde la primera vez que se expuso y siempre se recolectaron listas y llamadas de personas interesadas en comprarlo, pero hasta ahora se dio la oportunidad.

Antes de anunciar la fecha y lugar de venta, las personas gestoras de Proinnova contactarán proyectos de gestión ambiental alrededor del país a los que les pueda servir contar con el tablero como una herramienta educativa.

“Por ahora, 100 juegos es el lote mínimo viable para la imprenta, pero de lo que se recoge se podría tener un fondo para imprimir más juegos”, dijo Céspedes.

Este juego fue desarrollado por Vanessa Fonseca, investigadora de la UCR, para facilitar la apropiación de conceptos medioambientales en esta población y desde la primera vez que fue expuesto al público se ha actualizado tres veces.

“Este año todavía se le añadieron tres contenidos más sobre el COVID-19, en relación con manejos de residuos de mascarillas y la gestión de residuos. Esperamos pronto añadir más información sobre las cifras preocupantes de la incidencia de desecho de estos residuos en ríos y en mares”, contó Fonseca.

En su primera versión el juego insistía en el manejo de desechos en relación con el dengue, ya que había un brote importante de casos, y en otras versiones se incorporó el tema de microplásticos, dijo la investigadora.

Este juego de mesa formó parte de una serie de proyectos que involucran tecnología como una forma de democratizar la experiencia, ya que en un tablero “puede jugar cualquiera sin internet”.

“En este momento el juego trae 32 tarjetas de pregunta más el tablero, las fichas y el dado. Me gustaría en el futuro incorporar elementos de realidad aumentada, pero para eso se necesita un presupuesto modelado 3d y animaciones, y además se vuelve menos accesible”, explicó Fonseca.

Para más información puede ponerse en contacto al correo [email protected].

Suscríbase al boletín

Ir al contenido