Inteligencias Uinnova es una competencia interuniversitaria e interdisciplinaria

Estudiantes encuentran soluciones a retos a través de la innovación

Durante tres días del mes de noviembre, los estudiantes de las cinco universidades estatales divididos en equipos tuvieron que buscar soluciones a un reto planteado por una empresa, institución u organización.

Juan José Montero, estudiante de Química e Ingeniería Química de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue uno de los estudiantes que se involucró en la competencia  de innovación que se llevó a cabo del 5 al 7 de noviembre llamada Uinnova.

En un inicio Montero no tenía conocimiento de la competencia, pero —al enterarse por medio de un compañero— decidió participar. “Siempre me gusta tener lugares donde yo pueda aplicar mi conocimiento. Uinnova fue perfecto para esto, ya que fue algo fuera de mi zona de confort”, comentó.

Al igual que Montero, otros 93 estudiantes de las cinco universidades públicas —UCR, Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), Universidad Estatal de Distancia (UNED) y Universidad Técnica Nacional (UTN)—  y de diferentes regiones del país, acudieron al llamado.

Para Montero esta experiencia fue tanto exigente como satisfactoria porque tuvo la oportunidad de resolver retos enraizados en una necesidad real y porque su equipo estaba conformado por personas con las que nunca había trabajado antes o apenas conocía.

Aprendizajes

Al ser parte de una competencia como esta, los estudiantes no solo se llevan premios tangibles, sino que adquieren conocimientos que son relevantes para su desarrollo en el mercado laboral.

Génesis Durán, coordinadora del nodo de Investigación e Información Estratégica de la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (DIPROVID), destacó que los participantes se llevaron el aprendizaje de trabajar en equipos interdisciplinarios e interuniversitarios, y el haber participado en una competencia de innovación que les impulsó a “pensar fuera de la caja”.

Por otra parte, Durán resaltó las habilidades blandas (destrezas asociadas a la inteligencia emocional y social) que se desarrollaron durante la competencia. En relación con estas, Montero resaltó que gracias a la competencia pudo ponerlas en práctica. “Los estudiantes que pertenecemos a carreras afines a las ciencias, tendemos a descuidar nuestras habilidades blandas, pero estas son sumamente importantes tanto para conseguir un trabajo como para la vida en general”, enfatizó.

“Muchos participantes no sabían que había premios, y se enteraron una vez ya estaban en la competencia. Ellos se llevan experiencia y estas competencias los marcan montones”. Génesis Durán, coordinadora del nodo de Investigación e Información Estratégica de DIPROVID.

Gracias a Uinnova y a los retos que se le presentaron, el estudiante tuvo la oportunidad de aprender sobre el trabajo en equipo, la búsqueda de soluciones, ver la utilidad de sus conocimientos y a empatizar con un cliente que necesita soluciones a problemas exactos. “En la Universidad normalmente lo que tenemos son problemas escritos y trabajamos con hipótesis, pero nunca tratamos con las necesidades de alguien. Entonces eso fue muy enriquecedor y todo eso lo hace a uno evolucionar en el ámbito profesional”, destacó Montero.

Antes y durante la competencia, a los estudiantes se les brindó un kit de herramientas sobre cómo gestionar la innovación y el emprendimiento, es decir, no solo vivieron la experiencia, sino que se llevaron este aprendizaje. De acuerdo con Geannina Sojo, coordinadora general del evento, a los estudiantes se les transfirieron herramientas de punta y lo más reciente en metodologías de innovación.

Razón de ser

La competencia Uinnova nace como una alternativa a 24 horas de innovación. Esta última se desarrolló durante cinco años en formato presencial, pero —por el contexto pandémico en el que nos encontramos— no se pudo llevar a cabo en 2020. Para el presente año, se tomó la decisión de tomar la esencia de 24 horas de innovación y hacerlo en formato virtual, lo cual —lejos de ser un obstáculo— permitió la participación de estudiantes de las sedes regionales.

La organización de la actividad tomó seis meses, lo cual Sojo describió como un “proceso intenso”. Asimismo, mencionó que Uinnova es un espacio para que los y las estudiantes se relacionen con retos nacionales y puedan proponer soluciones innovadoras.

El objetivo principal de esta competencia, según Sojo, es incentivar la cultura de innovación y emprendimiento en nuestro país, de manera que se reconozca que representa un eje para el desarrollo. “Para nosotros es muy importante fomentar ese espíritu innovador y emprendedor, por eso les facilitamos a los equipos participantes varias herramientas en el marco de la competencia”, dijo.

Sobre ello, Durán comentó: “por eso estamos metidos en esto; para incentivar en los estudiantes la cultura de innovación y emprendimiento desde sus carreras universitarias”.

Otro objetivo citado por Sojo es la transferencia de habilidades y herramientas ágiles a los estudiantes, y de esta manera influir en su proceso de formación logrando una vinculación con empresas y socios. De igual manera, resaltó la importancia de que los estudiantes puedan ver cómo funciona, fuera de las aulas, el tema de buscar soluciones a diferentes clientes desde la innovación.

Convocatoria inclusiva

Esta competencia buscó contar con participantes de cualquier carrera universitaria y de cualquier parte del país. Por eso, el único requisito para ser parte de esta era ser estudiante activo de alguna de las cinco universidades públicas del país.

En relación con la interdisciplinariedad, Durán comentó que desde la organización están conformados por profesionales interdisciplinarios, lo cual le pone este sello a la competencia. Mencionó que se promueve que los equipos también cuenten con este aspecto por una razón: “siempre se asocia la innovación con ciertas áreas del conocimiento como ingenierías y negocios, pero normalmente se dejan por fuera sociales, artes, letras, salud. Nosotros queremos captar estudiantes de todas las áreas del conocimiento y de todo el país para que ellos empiecen a ʻpensar fuera de la cajaʼ y que sepan que, con el conocimiento que tienen, pueden aportar en cualquier tipo de solución”.

Con el fin de que todas las personas puedan aportar desde su área de formación es que los retos trataron temas variados como: inclusión, cultura, finanzas y conectividad. Según Durán, algunos estudiantes se le acercaron y le dijeron “yo no sabía que podía”, y gracias a Uinnova, pudieron contribuir desde su conocimiento.

Universidades en el ecosistema de innovación

Esta competencia fue creada por las universidades públicas para estudiantes de universidades públicas. Para Durán, esto resulta crucial porque nace desde el Consejo Nacional de Rectores (Conare) con la misión de incentivar la cultura de innovación y emprendimiento en los estudiantes universitarios.

Sojo consideró que el rol de las universidades públicas es clave, ya que son los motores de generar nuevos conocimientos y adaptaciones de otros conocimientos que luego son utilizados para llevar productos, servicios y procesos no solo a los sectores socioproductivos, sino a la sociedad en general.

De la misma manera, Sojo resaltó que es clave que las universidades públicas, con la información más actualizada, esten atentas a qué está pasando en el contexto y cómo promover el desarrollo. “Este tipo de competencias tratan de abrir ese foco de atención de cómo, desde nuestro proceso de formación, podemos incidir en mejorar la calidad de vida de las personas. La UCR es humanista, es el centro de todo lo que hacemos”, dijo.

Para Sojo, la pandemia agudizó situaciones sistémicas, por lo que el papel de las universidades se torna aún más importante. “La competencia representa apenas un ʻgranito de arenaʼ, pero igual todas las oficinas de transferencia estamos en esto todos los días, en poner a disposición los conocimientos que generamos con el fin de resolver problemas que nos afectan a todos y a todas”, manifestó.

¿Por qué los estudiantes deberían participar?

Montero, desde su calidad de estudiante participante de Uinnova, consideró que es importante que los estudiantes participen en competencias de innovación abierta, debido a que se adquieren conocimientos y se desarrollan habilidades diferentes a las adquiridas en el aula.

Por otra parte, Sojo destacó la importancia de la experiencia y el intercambio que sucedió durante los días de competencia y los días anteriores a la misma. “Es importante destacar las redes de contacto y de conexión que se llevan a cabo en estos espacios. Los estudiantes tienen la oportunidad de intercambiar no solo con personas como ellos, pero de otras universidades, sino también con mentores, coaches y gente que está especializada en los temas, que vienen y transfieren esos conocimientos”, añadió.

El hecho de ser un espacio de intercambio es algo que se quiere seguir impulsando con estas competencias, ya que los participantes se enfrentaron a otros actores del ecosistema de innovación (empresas y organizaciones).

Esta competencia también les permite a los estudiantes participantes abrirse puertas al mercado laboral y a pasantías, según Durán, ya que, por ejemplo, en el caso de Procter & Gamble (P&G), la empresa lanzó retos extras cuyo fin era captar talento e identificar futuros profesionales de la innovación y el emprendimiento.

A pesar de ser una competencia seria y formal, Sojo mencionó que durante los tres días también contaron con espacios artísticos y deportivos, lo cual permitió aprender, compartir y generar soluciones.

Juan José Montero aprendió mucho en la competencia de innovación abierta Uinnova, pero lo que más lo marcó fue poner en práctica las habilidades blandas necesarias para la resolución de los retos. (Foto: Miriet Abrego).

Futuro de la competencia

En esta primera edición virtual, los organizadores y participantes se enfrentaron a dificultades propias de la conectividad, lo cual Durán ve como una lección aprendida en caso de seguir desarrollando la competencia de manera virtual. “Hay un compromiso de parte de la organización de seguir desarrollando este tipo de actividades, ya sea en formato virtual o presencial, tanto lo permitan las circunstancias del país”, dijo.

Ella misma comentó que la cultura de innovación y emprendimiento es algo que está muy arraigado en las universidades públicas. Por eso, como organización tienen el compromiso de seguir fomentando este tipo de actividades, al menos una vez al año.

Para Sojo, el desarrollo estratégico de esta primera edición fue bastante positivo a pesar de la preocupación que representó la pandemia y el final de semestre. “Para nosotros es importante la realización de la competencia, porque no es solo la UCR, sino que también las otras universidades participan activamente en la organización, lo cual es un espacio de intercambio muy rico y también nos permite conectar con las realidades que están viviendo los y las estudiantes”, añadió.

Por haber participado de esta competencia, los estudiantes recibirán información de su interés por medio de redes sociales. La organización colocará información que es de interés para ellos, como becas y posibilidades de financiamiento.

“Se logró un buen resultado a nivel virtual a pesar de las complicaciones. Tuvimos una participación de 94 estudiantes, representación de bastantes regiones y de todas las universidades. El compromiso sigue, decidiremos si presencial o virtual”, destacó Durán.

 

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