En una democracia, las dinámicas de participación ciudadana requieren que los habitantes estén debidamente informados, pero además que comprendan las condiciones y procesos sociales para que puedan tomar decisiones, sea con su voto o con acciones directas. El tema del ordenamiento territorial dejó de ser materia exclusiva de especialistas y se convirtió en una información necesaria de comprender para la mayoría de ciudadanos en las distintas partes del país, particularmente de cara un importante proceso electoral en los gobiernos locales.
Uno de los aportes importantes en ese sentido es el que presenta el geógrafo Alfredo Calderón en su libro Costa Rica: Geografía del futuro, en el que expone su visión o imagen objetivo de la Costa Rica deseada para el corto, mediano y largo plazo.
El marco teórico se basa en la propuesta de Arlette Pichardo para la definición de imágenes objetivo en la Planificación y Programación Social, así como en la teoría del Desarrollo Rural Integral (DRI) de los planificadores israelíes Raanan Weitz e Israel Prion y del geógrafo Jacob Maos, entre otros. Para ello parte de una breve introducción de la perspectiva histórica, arqueológica y de configuración geográfica de nuestro país.
En otro capítulo hace un repaso de algunos considerandos de nuestra División Territorial Administrativa (DTA) y de la principal propuesta de regionalización, hecha para Costa Rica por el geógrafo alemán Helmuth Nuhn, como alternativa a una DTA que se resiste a cambiar y propiciar un sano proceso de planificación y administración pública. Por ejemplo, recientemente se creó el cantón 82 Río Cuarto, a partir de un distrito que no alcanza ni los 15.000 habitantes y que había quedado aislado de su cantón de origen. Esa manipulación política y grosera de nuestra DTA ha generado cantones o municipios no viables ni económica ni políticamente. No es extraño oír a nuestro presidente Carlos Alvarado advertir que existen unos 40 cantones que nunca han tenido un diputado, pero lo que resulta inexplicable es que un diputado elegido por una provincia, no rinda cuentas ante la totalidad de cantones o municipios que la conforman, una discusión que da para más.
Finalmente, se exponen las imágenes objetivo que permitirían una moderna planificación y administración pública, ya establecida en la ley N°5525, así como el adecuado seguimiento de la inversión pública en nuestras regiones periféricas.
Con aporte de valiosos mapas que sustentan las propuestas, la intención no es agotar las visiones o imágenes objetivo de nuestra geografía del futuro, sino propiciar otras propuestas, que tendríamos mucho gusto en valorar y evaluar de cara a ejercer el derecho de planificación nacional, al cual no podemos renunciar.
El libro está a la venta en la librería Alma Máter, en Plaza Víquez, y en de la Universidad de Costa Rica, en San Pedro.