Mundus est fabula
Ricardo Ulloa Garay
Prosa poética
EUCR
2016
Este volumen de poesía en prosa de Ricardo Ulloa Garay es profundo en su reflexión, versátil en su verbo, diverso en su debate consigo mismo.
Es muy difícil leer estos textos y no relacionarlos con la obra gráfica del autor. Es que la misma cualidad que Ulloa exhibe con sus trazos la puede provocar también con su palabra.
Es una sentencia abierta, una enunciación, una provocación estética e intelectual.
Algunos de los poemas son brevísimas y enigmáticas historias, a veces a la manera del haikú, otras son pálpito, miradas en trasnoche.
Leamos algunos de esos instantes de este mundo fabuloso.
Una fe
El templo de los pericos resuena este día con sus voces. El griterío sube en ofrenda por el aire azul y lo agita. Su fe es ensordecedora, como todo es en presencia de un sacrificio. Sobre el ara aún humea el cuerpo de un perico joven y virgen. Su corazón ha sido atravesado por una daga de oro.
¿De dónde ha salido esa herramienta humana? No se sabe, pero su mística ha infectado ya a toda la bandada.
El poeta
Me tomó días llegar hasta el borde de la página. Ya las letras se habían apoderado de su llanura blanca. El poema estaba escrito y no había campo para mí. No había lugar adonde ir. Me asomé y vi abajo un abismo. Así que di un paso al aire y caí, y dejé que el poema se defendiera por sí mismo.
Confesión
Gracias al terror, dibujo. Gracias a la amenaza del mundo, dibujo. Gracias a que lo real se me presenta como un infierno, cierro los ojos y dibujo.
La tarea
Piensa en la noche en alguien que duerme atándose la piel al cuerpo para no dispersarse.
Es uno de los nuestros; lo palpamos en nuestra carne. Él sigue la tarea de mantener sus límites, no dejar que el universo lo distraiga.
Puede dormir en su certidumbre. Puede incluirnos en ella.
Ignorada
Página X: excluida de la versión final, rechazada por los amigos, llena de ideas sin estructura. Nido subversivo a punto de turbar el orden. Unos murmuran Tiempo Perdido; otros, Promesa Muerta; otros, Bueno, Pero Sin Disciplina.
Página arrancada, desterrada, oculta. Brilla arrumbada en el armario. Su autor no se atreve a quemarla: no entiende cuál es su mérito, pero en su destrucción se le podría ir el alma.
Una lectura agradecida como refugio de la estridencia. El libro se puede conseguir en la Librería Universitaria en San Pedro.
