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Extractos de El Diario del Che en Bolivia

Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar

Noviembre 7 de 1966

Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente disfrazados, por Cochabamba, Pachungo1 y yo hicimos los contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos. Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini2 es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca, en el segundo viaje, Bigotes3, que acababa de enterarse de mi identidad, casi se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca, donde hay tres trabajadores del partido, pasada la medianoche. Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje4 a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.

Octubre 4 de 1967

Luego de descansar en la quebrada, la seguimos una media hora hacia abajo, hasta encontrar otra que se le unía, por la que subimos, descansando hasta las 15 para huir del sol. A esa hora reiniciamos la marcha, algo más de media hora; allí estaban los exploradores que habían llegado al final de los cañoncitos sin encontrar agua. A las 18 abandonamos la quebrada y seguimos por un camino de ganado hasta las 19:30, hora en que no se veía nada y paramos hasta las 3. La radio dio la noticia del cambio de puesto de avanzada del Estado Mayor de la 4.a división de Lagunillas a Padilla, para atender mejor la zona de Serrano donde se presume que pueden tratar de huir los guerrilleros y el comentario de que si me capturan fuerzas de la 4.a me juzgarán en Camiri y si lo hacen los de la 8.a, en Santa Cruz.

Octubre 5

Al reiniciar la marcha caminamos con dificultad hasta las 5:15 h., momento en que dejamos un trillo de ganado y nos internamos en un bosquecillo ralo pero lo suficientemente alto como para ponernos a cubierto de miradas indiscretas. Benigno y Pacho hicieron varias exploraciones buscando agua y vadearon completamente la casa cercana sin encontrarla, probablemente sea un pocito al lado. Al acabar la exploración vieron llegar 6 soldados a la casa, al parecer de camino. Salimos al anochecer con la gente agotada por la falta de agua y Eustaquio dando espectáculo y llorando la falta de un buche de agua. Tras un camino muy malo y muy jalonado de paradas, llegamos por la madrugada a un bosquecillo donde se oía el ladrido de los perros cercanos. Se ve un firme alto y pelado muy cerca. Curamos a Benigno que tiene un poco supurada la herida y le apliqué una inyección al Médico. De resultas de la cura, Benigno se quejó de dolor por la noche. La radio informó que nuestros dos cambas fueron trasladados a Camiri para servir de testigos en el juicio de Debray.

Octubre 6

Las exploraciones demostraron que teníamos una casa muy cerca pero también que, en una quebrada más lejana, había agua. Hacia allí nos dirigimos y cocinamos todo el día bajo una gran laja que servía de techo, a pesar de que yo no pasé el día tranquilo, pues nos aproximamos a pleno sol por lugares algo poblados y quedamos en un hoyo. Como la comida se retrasó, decidimos salir por la madrugada hasta un afluente cercano a este arroyito y de allí hacer una exploración más exhaustiva para determinar el rumbo futuro. La Cruz del Sur informó de una entrevista a los Cambas, Orlando fue un poco menos bellaco. La radio chilena informó de una noticia censurada que indica que hay 1,800 hombres en la zona buscándonos.

Octubre 7

Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12:30, hora en que una vieja, pastoreando sus chivas, entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Solo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas dos de Pucará. A las 17:30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados por acequias del mismo arroyo. A las dos paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche. El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el río Acero y el Oro. La noticia parece diversionista.

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