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Emprendedor universitario asume producción de prensa portátil de grabado

Durante cuatro años trabajó de forma paralela a sus estudios con Proinnova para finalizar la fabricación del prototipo del diseño propuesto por el artista e investigador de la UCR, Salomón Chaves.

El estudiante de la Universidad de Costa Rica (UCR) y emprendedor Ignacio Díaz es a quien se le otorgó la licencia de la patente que permitirá la producción y comercialización de la prensa de grabado portátil, propuesta por el investigador Salomón Chaves.

La producción la realizará junto a la Pyme (pequeña y mediana empresa)  de su familia llamada “Metal Díaz”, que inició como un taller de soldadura hace más de 25 años y que hoy cubre proyectos de su papá y hermanos.

“Desarrollamos proyectos de todo tipo y no necesariamente los más comunes, como por ejemplo el proyecto que tenemos con Proinnova”, mencionó Díaz.

La producción de este diseño tiene como valor agregado lo inusual del proyecto, porque se trata de producir un equipo para el área artística, un proyecto innovador y de la Universidad de Costa Rica.

“El valor de este proyecto está en que va a ser un producto fabricado totalmente en Costa Rica, a bajo costo, pero de gran calidad”, explicó Cynthia Céspedes, gestora de innovación de Proinnova.

El diseño del tórculo simplifica sus funcionalidades para que sea más liviano y económico. (Cortesía Proinnova)

La prensa de grabado o tórculo portátil es parte de una serie de diseños que Salomón Chaves empezó a promover junto con la cátedra de Diseño de la Estampa de la Escuela de Artes Plásticas de la UCR desde hace más de diez años, con el propósito de hacer más accesible esta técnica.

Entre los proyectos también se desarrollaron procesos no tóxicos de grabado, que era una de las razones por las que no era una técnica popular, pero uno de los componentes que no se había solucionado era el tórculo.

“El inventor hace el diseño pero es necesario ese socio-aliado que sea quien lleve el producto a la realidad. En este caso nos interesó que fuera un emprendedor, una persona joven que está en la Universidad”, mencionó Chaves.

La participación de Ignacio Díaz fue fundamental para cumplir con el propósito del inventor, quien aspiraba lograr un prototipo accesible económicamente, liviano y de calidad.

“Previo a este trabajo, Proinnova contactó a varios talleres, y una empresa bastante experimentada nos respondió, pero no logramos bajar el costo, porque uno de los principales objetivos que era la producción accesible, y no la estábamos logrando. Cuando hicimos el contacto con Ignacio logramos llegar a un prototipo de menor costo y con la misma calidad”, contó Cynthia Céspedes.

La propuesta era hacer un rediseño del producto de forma que alcanzará todas las características o propiedades que se necesitan para hacer el grabado adecuadamente con materiales que no sean excesivamente caros, que no comprometan la funcionalidad y el aspecto del diseño.

“A lo largo de todo el proyecto se ha conversado mucho con el investigador de que lo que se quiere es llevar este producto a muchas personas. Si usas un producto excesivamente caro lo limitas a muchas personas, como por ejemplo los estudiantes”, explicó Ignacio Díaz.

Largo camino

El proyecto del tórculo inició su camino en Proinnova a finales del 2014 y, gracias a un estudio de inteligencia, determinaron que en el país no hay oferta de este tipo de máquinas, por lo que usualmente se pagan a hacer o se importan.

Salomón Chaves diseñó dos tórculos: uno pequeño y uno mediano que es desarmable y tiene ruedas. Además, la prensa está inspirada estéticamente en la tradición precolombina, para darle identidad costarricense.

“Para que fuera económico se simplificó el diseño y yo doné los derechos de invención”, dijo Chaves.

Sin embargo, el proyecto tuvo dificultades para encontrar un productor, hasta que llegó la recomendación de Ignacio Díaz a Proinnova.

“Ese proyecto estuvo rodando por un montón de lados de la Universidad y nadie le quiso entrar, ni siquiera la Escuela de Ingeniería Mecánica. En algún momento me llegó el proyecto, más que todo por proyectos anteriores personales que dieron una buena imagen por el éxito que tuvimos” contó Díaz.

Las posibilidades de uso del equipo también se están ampliando. Según Salomón Chaves, en la actualidad el grabado artístico no solo se utiliza en la academia, hay muchos lugares en donde se puede aprender arte de forma más recreativa o una perspectiva menos formal.

“Por ejemplo, un público meta que en otros países hace grabado son los estudiantes de primaria y secundaria. En Costa Rica, solamente en el Castella. El área de grabado actualmente no se da porque no hay acceso a los equipos, el tórculo mediano apunta a este sector”, explicó Chaves.

Proinnova vio la posibilidad de proteger este proyecto mediante diseño industrial y modelo de utilidad. Actualmente, ya fue otorgado el diseño por el Registro Nacional y está en proceso la solicitud del modelo.

El modelo de utilidad es una pequeña patente con menos exigencia en los requisitos de novedad y nivel inventivo. En otras palabras, pueden existir diseños similares, pero logra diferenciarse lo suficiente para que sea objeto de utilidad.

“Proinnova me ha acompañado muchísimo durante el proceso, que ha sido bastante largo; tenemos tal vez desde el 2016 de estar trabajando haciendo pruebas. Ha sido todo un tema, hasta ahorita tenemos un prototipo oficial y estamos listos para comercializar”, concluyó Díaz.

Si tiene interés en conocer otros proyectos o tiene alguno que requiera de los servicios de Metal Díaz puede ponerse en contacto al correo [email protected], al número 8935-8531 o a la página de Facebook metaldiazcostarica.

Pie de imagen 1: Ignacio Díaz, con 25 años y en su último año de Ingeniería Civil, fue acompañado por Proinnova para terminar el prototipo del tórculo de grabado. (Foto: Katya Bermudez)

Pie de imagen 2: El diseño del tórculo simplifica sus funcionalidades para que sea más liviano y económico. (Cortesía Proinnova)

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