El viernes 16 de setiembre falleció el dramaturgo estadunidense Edward Albee, a los 88 años de edad, autor de piezas emblemáticas del teatro moderno como La historia del zoológico, ¿Quién teme a Virginia Woolf?, El sueño americano y Tres mujeres altas.
Fue ganador de tres premios Pulitzer. Albee es reconocido, aunque inicialmente fue criticado, por recibir influencia del teatro europeo, particularmente de Samuel Beckett, lo que le permitió crear una obra crítica y mordaz de la sociedad estadunidense.
Sirvió de puente del drama estadunidense de los agitados primeros años la segunda mitad del siglo XX hasta los inicios del siglo XXI, además su obra articula la de grandes maestros como Eugene O ́Neil, Tennesse Williams y Arthur Miller, con algunos contemporáneos como David Mammet, August Wilson o Tony Kushner.
Albee fue un rebelde e inconforme toda su vida. Creció en una familia acomodada, heredera de empresas del espectáculo y el teatro por lo cual recibió una buena educación intelectual, pero su espíritu rebelde lo hizo fracasar varias veces en la educación formal, donde su padre quería que se prepara para heredar la administración empresarial.
Su talento e inquietud lo llevaron a tener una posición crítica respecto de la sociedad en que vivía, tanto en lo social como en lo cultural.
Conocido como impulsor del llamado teatro Off Broadway, que confrontaba las posturas legitimadas por la crítica en los circuitos oficiales, sostuvo una visión mordaz sostenida en el absurdo y situaciones tensas que incomodan al público.
Sus propuestas captaron el interés de creadores y artistas más jóvenes, particularmente en los ámbitos universitarios.
Una actitud de sospecha y crear situaciones que inmuten al espectador son la esencia de su legado.
Ya con una carrera consolidada creó la fundación Edward F. Albee, la cual apoya a jóvenes escritores y dramaturgos. Su última obra Me, myself and I se estrenó en 2007.