Amor y desamor:
El afecto y el poder en las parejas
De la Costa Rica urbana contemporánea
Nancy Piedra Guillén
Ensayo
Editorial Arlekín
2017
Parafraseando a Sygmunt Bauman, dentro de esta modernidad líquida, el tema de los afectos es un tema coloidal. Desde la ocurrencia de una inteligencia emocional hasta la especialización de una ciencia social en la sociología de las emociones, como lo cita la autora de este libro, se trata de un aspecto del estudio del comportamiento humano cuya latencia a lo largo de los siglos parece cobrar mayor interés en la actualidad.
La doctora en Ciencias Sociales con especialización en Sociología, Nancy Piedra Guillén, se atreve en una investigación audaz al conjugar en su estudio de las relaciones de pareja dos elementos ya de por sí complejos: el poder y el amor.
Más allá de la anécdota y valiéndose de un instrumental metodológico científico, indaga las relaciones de pareja a partir de esas dos variables para descubrir importantes transformaciones de la sociedad contemporánea desde una perspectiva novedosa. Este nuevo aporte permite comprender mejor los efectos y posibilidades de esas transformaciones.
Este tipo de estudio permite articular cambios sociales micro y macro que van desde las relaciones interpersonales, la familia, hasta los lugares que ocupan en los procesos económicos y productivos los miembros de una sociedad.
“Fue hasta mediados de la primera década del presente siglo que empezaron a surgir estudios sociológicos con un enfoque similar al que aquí se presenta. Es este, sin embargo, el primer estudio que se asienta directamente en esta línea de indagación en nuestro país. Ello habla de la particular importancia de la temática que tratamos en el presente libro y, por lo tanto, quizás también explique algunas de sus debilidades”, explica en la introducción.
Esta investigación, cuyo origen es la Tesis doctoral en Ciencias Sociales con especialidad en Sociología del Colegio de México, recurre al análisis de relaciones interpersonales y en la vida cotidiana, pero estudiar los procesos relaciones de los sujetos.
Metodológicamente, según dice el libro, se realizaron 48 entrevistas con 20 parejas seleccionadas, las cuales son diversas y heterogéneas, corresponden a distintos tipos de familias aunque predominan las familias nucleares con hijos/as. También se logró contactar parejas lésbicas (tres casos) y gays (un caso). Las parejas pertenecen a sectores sociales bajos y medios y con edades entre 23 y 61 años. Se grabaron en total 140 horas de entrevistas.
Sobre el abordaje del trabajo, la investigadora explica: “(…) el fenómeno se observa desde ocho dimensiones de análisis que fueron consideradas como las más pertinentes para el tema abordado, a saber: el afecto y el amor en la pareja, las formas de ejercicio del poder, el uso del tiempo libre, las formas de convivencia, la sexualidad, la administración del dinero y recursos económicos, el cuidado y crianza de los hijos e hijas y la distribución del trabajo doméstico”.
Estas dimensiones son estudiadas a partir de experiencias de la vida cotidiana contadas en las entrevistas.
Metodología
Nancy Piedra además es profesora de cursos metodológicos y seminarios de tesis, por lo que el capítulo 3, sobre la metodología, tiene un énfasis especial en mostrar detalles de la investigación: “(…) Con ello se le da al texto una perspectiva didáctica que contribuye con el proceso formativo de estudiantes y jóvenes investigadores/as así como personas interesadas en la investigación social”, señala.
Se trata de una metodología transdisciplinaria con diversos recursos teóricos integrados.
Un reto inicial es definir de manera clara algunos de los conceptos base sobre los que se trabaja.
Familia
Mientras la pareja puede considerarse una unidad básica de intersubjetividad, la familia es una entidad mínima de rasgos sociales.
La investigadora ofrece una definición funcional a lo largo del estudio: “(…) las familias se caracterizan por lo lazos afectivos que se generan a partir de la intimidad que se produce al compartir un mismo espacio, sea físico o simbólico. Son lazos que generan sentimientos de reciprocidad a partir del contacto frecuente en donde se comparten recursos materiales, económicos y simbólicos. Son instituciones, espacios de interacción, de mediación entre el individuo y la sociedad. Una especie de unión entre lo macro y lo micro social, de ahí que entender lo que sucede en este espacio articulador de los personal y lo social es determinante para comprender los cambios que se están dando a nivel de las subjetividades y de las sociedades”.
El amor
Por su amplia diversidad de definiciones, el concepto de amor muchas veces se reduce a apreciaciones subjetivas, por lo cual resulta problemático para la investigación sociológica.
Nancy Piedra lo plantea así: “Finalicemos recalcando que el amor es una construcción social, histórica con alto contenido cultural que ha cambiado en el tiempo. Además en la actualidad tiene un peso mayor en las relaciones de pareja que en épocas pasadas, porque la relación de pareja se valoraba más por el intercambio de recursos económicos y materiales que el afectivo, al menos en sociedades occidentales (…) El amar, expresar el amor de múltiples formas a su pareja es una condición básica que fortalece y estabiliza las relaciones de la pareja en el tiempo, aunque no siempre se cumpla. De ahí que la capacidad de intimar, de dar y recibir, sea importante para el mantenimiento de la relación en un contexto como el actual. La búsqueda de esa sensación es parte de las necesidades de las personas”.
Sobrevivir el patriarcado
Los efectos de procesos históricos, culturales que han definido las relaciones entre las personas establecen la forma de interactuar en la pareja. El modelo patriarcal, por diversas razones, está en crisis, lo cual repercute en la pareja tradicional y promueve nuevas formas de vivir socialmente en pareja. Pero esa relación se conflictúa cuando las funciones tradicionales, aprendidas por socialización, se sostienen frente a nuevas posibilidades.
Así lo explica el libro: “Para que prospere en buen sentido la relación de pareja, es necesario que ambas partes estén dispuestas a compartir procesos personales y aquí radica una de las principales dificultades a las que se enfrentan. Recordemos que, tal como se ha señalado por los procesos de socialización, los hombres tienen mayor dificultad para establecer y desarrollar vínculos íntimos a nivel emocional. Lo que explica, en parte, los desencuentros en las relaciones de pareja”.
Finalmente, Nancy Piedra reflexiona acerca de la necesidad papable que revela la investigación de que los hombres requieren distanciarse de deconstruir su propia subjetividad aprendida en el modelo patriarcal para dar paso a una posibilidad liberadora y creadora de nuevas formas de relación más satisfactorias para ambas personas en la pareja.
“Así que, a la idea de Lipovetsky, quien plantea que la génesis de la “tercera mujer” en la sociedad moderna se caracteriza por la reconstrucción de los roles prototípicos de las mujeres, que ellas mismas están generando desde la práctica. Hay que añadir que hace falta crear el “tercer hombre” que acompañe el proceso de reconstrucción y asuma lo que compete en este y otros ámbitos de los que hasta ahora, ha estado “excluido” por propia voluntad e interés, o bien, como reproductor de esquemas sociales aprendidos e interiorizados, de los cuales es difícil distanciarse y deconstruir para generar nuevas formas de relacionarse desde la masculinidad”.