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Cuidar lo ajeno, sustentar lo propio

Por encima de fronteras, de distancias, de culturas, de condiciones socioeconómicas, el cuidado se teje sobre la humanidad de la mano de las mujeres

Mujeres de las fronteras

Subjetividad, migración y trabajo doméstico

Roxana Hildalgo Xirinachs

Ensayo

EUCR

2016

Por encima de fronteras, de distancias, de culturas, de condiciones socioeconómicas, el cuidado se teje sobre la humanidad de la mano de las mujeres. Sea por las ancestrales distribuciones genéricas del trabajo o por la condición materna, las estructuras sociales y culturales se han conformado vinculando primordialmente a las mujeres con las labores de cuidado.

El trabajo doméstico es una de las actividades humanas más complejas, aunque por su cotidianidad se asume como “natural”. La preparación, mantenimiento y cuidado del ámbito privado de los sujetos en una sociedad es, de por sí, más complejo que las actividades públicas de este, las cuales están mayoritariamente normadas por la institucionalidad social.

En el ámbito privado, las relaciones están normadas por vínculos intersubjetivos, adaptaciones de la normativa social, tradicional y cultural a las condiciones propias de las dinámicas entre los sujetos activos en ese ámbito.

Por esas condiciones de complejidad, estudiar los procesos intersubjetivos en el ámbito privado es un desafío intelectual que requiere instrumentos de análisis diversos, metodologías y recursos investigativos transdisciplinarios. Pero si además al estudio de esos procesos se suman aspectos como migración, diversidad cultural, condiciones socioeconómicas y relaciones laborales, el fenómeno ofrece múltiples posibilidades para analizar las dinámicas sociales contemporáneas a partir del estudio de casos, de sujetos en proceso.

Así, Roxana Hidalgo Xirinachs realiza este abordaje multifactorial que revela flujos y prácticas culturales y sociales que van desde los efectos directos y concretos en las personas de las políticas macroeconómicas hasta desmembramientos afectivos y formas subjetivas de resistencia y supervivencia.

Más de 100 horas de grabación, 3500 páginas de transcripción, una compleja batería de información teórica transdisciplinaria y una dedicación concienzuda a la investigación participativa, sustentan este extenso e intenso estudio acerca de un componente social en que se conjugan e interactúan múltiples factores de las dinámicas sociales y culturales contemporáneas: las trabajadoras domésticas nicaragüenses en Costa Rica.

La investigación se basa en el trabajo con 12 mujeres nicaragüenses que han sido trabajadoras domésticas por al menos cuatro años.

El mismo material de estudio que la investigación proporcionaba determinó el complejo instrumental metodológico empleado por la autora: “(…) este trabajo implicó una aproximación singular y diferente a la mayoría de estudios que se encuentran sobre el tema. El acercamiento metodológico del que se partió en este análisis se fundamentó en dos corrientes diversas, pero cercanas al mismo tiempo: la tradición de la investigación participativa, de origen latinoamericano, y el etnopsicoanálisis, de origen europeo. Además se trabajó con una perspectiva teórica basada en los aportes críticos del feminismo al psicoanálisis, los estudios posmodernos del feminismo contemporáneo, y los aportes de los estudios poscoloniales y decoloniales en América Latina”.

A partir de material empírico resultante de las expresiones testimoniales y de las dinámicas de investigación con que trabajó, la autora realiza la reflexión y el análisis desde diversas corrientes disciplinarias.

Más que víctimas de una situación de explotación y abuso que muchas de estas mujeres padecen y que se manifiesta en los casos estudiados, ellas desarrollan procesos particulares de resistencia, de formas de reafirmación en condiciones adversas, que la investigadora también analiza: “(…) he explorado con estas mujeres no solo las condiciones de dominación y violencia vividas, sino también las formas de resistencia creativa que han desarrollado para enfrentarse con condiciones de vida muchas veces difíciles de imaginar para otros grupos sociales”.

Luego de diversas interrogantes investigativas y de estudiar casos aislados o consultar en varias organizaciones que se dedican al tema de migración se definieron los casos por estudiar.

“En relación con la escogencia de los casos trabajé fundamentalmente con mujeres migrantes nicaragüenses que viven en la Gran Área Metropolitana de San José. Entre quienes formaron parte de la investigación hay tanto mujeres organizadas que son lideresas grupales o comunitarias, como otras que no participan activamente en estos grupos (…). Las edades de las mujeres más jóvenes con quienes se trabajó se encuentran entre los 25 y los 34 años (seis), mientras que las de mayor edad oscilan entre los 35 y los 56 años (seis). Algunas provienen de ciudades como Managua, Masaya y León, y otras de zonas rurales y urbanas más alejadas como Chinandega y la zona Norte de Nicaragua. Otro elemento importante es que participaron solo mujeres que son madres, algunas con hijos en Nicaragua otras en Costa Rica, o en ambos países (esta no fue una elección de la investigación sino que surgió como resultado de los contactos realizados con las participantes en los diferentes espacios donde se trabajó)”.

Como opción laboral, para las mujeres migrantes el trabajo doméstico se presenta como una solución ambigua al tener requerimiento de destrezas adquiridas y practicadas desde edad temprana, pero también implica formas de sometimiento asumidas como consustanciales del trabajo doméstico o la servidumbre.

“En nombre de las nuevas formas de acumulación y distribución de la riqueza, se legitiman la miseria y la muerte de enormes contingentes de personas a lo largo del mundo globalizado. Mediante este mismo imaginario social compartido se legitima la desvalorización del trabajo de cuidado, como una herencia de las relaciones de poder entre los géneros que segregaron a las mujeres a las labores asignadas a estas durante milenios. La supuesta no especialización o capacitación del trabajo doméstico, aprendido por la mayoría de ellas desde los procesos de socialización tempranos, se convierte en una especie de sentencia, que sigue provocando formas de discriminación entre los géneros todavía difíciles de revertir”.

Además de ser una forma de trabajo cuya desvalorización facilita el abuso y la explotación, también las relaciones laborales por desarrollarse en el ámbito privado promueven relaciones ambivalentes que implican un costo emocional importante en las relaciones subjetivas entre trabajadoras y patronas. Por lo que esta investigación dedica un especial interés a estudiar este aspecto.

“Primero, se expondrán las formas de explotación y subordinación que siguen haciendo de este trabajo una experiencia laboral única para, en un segundo momento, abordar las formas de resistencia y transgresión que estas mujeres ejercen frente a las condiciones laborales con las que deben enfrentarse cotidianamente. El acercamiento a sus relatos se va a centrar, entonces, en la tensión entre las condiciones laborales que reproducen tipos de servidumbre con rasgos coloniales, y aquellas formas de empoderamiento que las trabajadoras domésticas asumen para resistirse y recuperar la dignidad, la confianza en sí mismas y la autoestima, las que ven amenazadas cotidianamente. El análisis de los conflictos, las tensiones y la ambivalencia que se tejen en las relaciones intersubjetivas entre las trabajadoras domésticas y las empleadoras o patronas constituye el eje central de este apartado.”

Otro de los aspectos de interés en la investigación, por gran costo emocional que significa dentro de las dinámicas intersubjetivas entre las trabajadoras domésticas y sus lugares de trabajo, tiene que ver con los vínculos afectivos, tanto los que se precarizan por la distancia al migrar solas de Nicaragua a Costa Rica para buscar trabajo, como los que se establecen por las labores de cuidado con los niños de las familias donde se dan estas “experiencias de maternidad transnacional” y los cuales se fragilizan en un proceso de cosificación y deshumanización del cuidado como trabajo.

La importancia de esta investigación, pionera por su propuesta metodológica y tratamiento, se extiende más allá del tema investigado para abrir nuevas posibilidades de análisis de las dinámicas sociales y culturales.

Con razón, en las conclusiones la investigadora señala: “Este estudio ha implicado un acercamiento particular que ha sido poco abordado en las investigaciones sobre migración y género no solo en la región centroamericana sino en otras latitudes”.

 

 

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