- El inventor no pretende lucrar con la comercialización de la máquina, de manera que se pueda colocar en el mercado a precios asequibles.
La invención de un nuevo tipo de prensas para la impresión de grabados fue la solución que encontró el artista costarricense Salomón Chaves, para permitir a una mayor cantidad de personas acercarse a esa forma de arte.
Chaves, en coordinación con la Universidad de Costa Rica, protegió intelectualmente su trabajo y ahora espera encontrar socios que deseen producir su modelo a gran escala, sin que él pida ningún tipo de retribución monetaria.
El modelo inventado por Chaves permite una fácil movilidad y podrá comercializarse a costos menores que los de las opciones actuales, que solo suelen ser accesibles para centros académicos o artísticos de alto poder adquisitivo.
Según Chaves, la idea fue democratizar la práctica del grabado, en vista de que las máquinas de prensa suelen ser propiedad de grandes centros universitarios o de enseñanza artística, lo que margina a muchas otras personas, como artistas independientes y estudiantes de primaria o secundaria.
El diseño además presenta cualidades como una mayor practicidad que el de las prensas ordinarias, que suelen ser de magnitudes inconvenientes (muy grandes) y, por tanto, de difícil movilidad.
“El objetivo era generar un diseño sencillo, de fácil acceso, que se pudiera comercializar barato y que fuera desarmable a nivel manual”, explicó Chaves a UNIVERSIDAD.
Las prensas de impresión son una pieza clave en el proceso de grabado, pues son el mecanismo mediante el que se adhiere la tinta de las planchas al papel.
La máquina sirve como la forma de presión entre los materiales (entre una plancha y un rodillo), y plasma el acabado final de la obra.
Grabado para todos
Para Salomón Chaves, su invento podría facilitar a los grabadistas costarricenses experimentar las distintas técnicas del grabado, al contar con una prensa personal y que permite realizar más de diez técnicas de impresión.
“Los grabadistas han dependido generalmente de talleres colectivos, ya sea de universidades o facultades para, después de crear la plancha, poder imprimir y sacar las selecciones de sus obras”, señaló.
Además, indicó que su plancha cuenta con dos diseños, uno personal y otra más grande, de manera que pueda emplearse también en centros educativos como escuelas y colegios.
Para facilitar el alcance de su trabajo, el artista donó los derechos patrimoniales sobre su obra, de manera que la UCR pueda buscar más fácilmente a personas interesadas en llevar el producto a las calles costarricenses.
“Lo que me interesa más es que esto se pueda comercializar, que sea de fácil acceso y que sea barato”, señaló Chaves. “La idea es que alguna empresa o un socio pueda producirlo a mayor escala y que no supere un precio de 500 dólares”, agregó.
“Los derechos yo los doné a la Universidad, la idea es que el centro pueda buscar un socio que lo produzca. Lógicamente, al no exigir el inventor regalías, eso permitirá que el costo sea más accesible”, indicó.
Esta gestión está siendo tramitada por la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova), oficina que intenta colocar el producto en el mercado.
La prensa presenta distintas facilidades que no poseen las maquinarias usuales y, según la gestora de innovación del Unidad, Cynthia Céspedes, la UCR ya tramita el modelo de utilidad y de diseño industrial ante el Registro Nacional.
“Con esto se pretende fortalecer el proyecto para buscar interesados que produzcan las prensas a un costo inferior a las importadas, con la calidad y con el valor agregado de ser un producto creado por un artista nacional y que alcance a la mayor cantidad de personas posible”, explicó la funcionaria.
