Suplementos

El arte de contar la verdad

Uno de los hombres que más horas ha dedicado a observar una situación. Ganarse la confianza de una fuente. Verificar un dato.

Uno de los hombres que más horas ha dedicado a observar una situación. Ganarse la confianza de una fuente. Verificar un dato. Tomar nota en pequeñas, casi diminutas libretas, y rumiar el enfoque y el punto de vista desde el que se contará la historia es el periodista y escritor Gay Talese, uno de los grandes referentes del Nuevo Periodismo, que, a sus 85 años, no se cansa de asegurar que una “buena historia nunca muere”.

Por eso, cuando aún era muy joven, renunció a The New York Times, porque ya para entonces, a mediados de los años 60, le parecía que el periodismo iba muy deprisa.

Por eso, también, hoy sigue fiel a escribir a máquina y a hacer que sus historias reposen lo necesario antes de lanzarlas al vacío y a las manos de los lectores, que no es lo mismo, pero es igual.

En una ya célebre conferencia en una universidad estadounidense, los jóvenes periodistas le preguntaron al maestro, que cuál era el mejor consejo que podía darles para seguir la carrera de reporteros, y tras una pausa larga, Talese, respondió: “Que levanten el culo y salgan a la calle”.

La frase retrata parte de lo que ocurre hoy en ciertas redacciones, en las que aconsejan a sus redactores que reporteen por teléfono para ahorrar recursos.

Talese, autor de Honrarás a tu padre, una extensa investigación sobre la familia de Joseph Bonnano, se decanta por el periodismo en profundidad, ese que hoy, justamente está en entredicho.

Cuando en 2015, los reporteros le preguntaron en Colombia, cómo veía el periodismo en general y en particular el estadounidense, el autor respondió:

“No hablo de todo el mundo, pero el periodismo estadounidense está declinando. ¿Por qué digo eso? Porque la llamada ‘verdad’, en la mayoría de periódicos, viene de fuentes sin identificar, fuentes secretas, que seguramente no quieren que sus nombres se conozcan en las noticias, porque no están en condiciones de comentar. Pero si no lo están, no deberían comentar”.

Y de inmediato, agregó: “Y el periodista no debería permitir que las fuentes anónimas llenen las páginas de noticias que, se supone, deben ser lugares en los que se pueda verificar la precisión de lo que se publica”.

Para Talese es casi natural que el periodismo de hoy se impresione con las nuevas tecnologías, algo que, del todo, no es nuevo, como se aprecia en esta afirmación.

““Recuerdo que en 1956 yo era periodista de The New York Times y en esa época la televisión comenzó a interferir con lo que los periódicos creían que era la prerrogativa de los medios impresos. Hubo algunas predicciones de que en cinco o seis años nadie compraría periódicos. Todos se informarían por la televisión, más rápido, con imágenes y todo eso. Pero no ocurrió”.

El arte de contar en el periodismo y en la literatura, según Talese, pasará por esa vocación suprema de buscar “la verdad”, por esa “dedicación a la verdad”.

Y sin dejar de renunciar a la utopía por una profesión que anda medio perdida, no solo a causa de las nuevas tecnologías, sino también por lo que ha hecho de sus postulados éticos, el autor de Fama y Oscuridad, sostiene: “Los grandes negociantes mienten, los políticos mienten, incluso los sacerdotes mienten, según sabemos por los escándalos que se han revelado, pero el periodismo consiste en tratar de sacar a la luz pública la verdad”.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido