Medida por la capacidad de costear sus necesidades básicas, la pobreza alcanzó a tres de cada diez habitantes (30%) del país, para un total 1’529,255 personas, lo cual es un aumento de 6,1 puntos porcentuales (p.p.), respecto al 2019 (321,874 personas más en condición de pobreza), mientras que el número de hogares en esta condición subió al 26,2%, un incremento de 5,2 p.p. en relación con el 2019 (para un total de 419,783 hogares o 83 888 más que el año pasado).
Además, el crecimiento de la pobreza fue mayor en la zona urbana –donde creció 6,6 p.p., para un total de 26,4 % – que en la rural –donde llegó al 25,5%- y la región más afectada fue la del Pacífico Central, donde alcanzó el 34,7 %, un aumento de 4,9 p.p. sobre el 29,8% registrado el año pasado.
También la extrema pobreza subió 1,2 p.p. y llegó al 7%, lo cual equivale a un aumento de 19,445 hogares más en esacondición, para un total de 112,987 hogares en el 2020.
Estos son algunos de los principales resultados que recogió la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) correspondiente al presente año y realizada en el mes de julio, los cuales fueron divulgados hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Sin embargo, en términos del Índice de Pobreza Multidimensional, que considera el acceso de los hogares a otros bienes, como vivienda, internet, salud, educación, trabajo y protección social esa condición presentó prácticamente el mismo nivel del 2019, tanto en el nivel nacional (16,1%, lo que equivale a 257,724 hogares) como por zona de residencia urbana (12,2 %) y rural de (26,3%).
El factor más afectado de este índice, “sin uso de internet”, creció de un 15,7 % de hogares con en 2019, a 20,2%.
Además, el indicador “fuera de la fuerza de trabajo por atender obligaciones familiares”, que forma parte de la dimensión “protección social”, aumentó de 23,6 % a 27,8 % de un año a otro, y en la dimensión “trabajo”, el indicador “desempleo de larga duración y personas desalentadas”, creció al 16,9% de los hogares (5,9 p.p., más que en 2019).
Por otra parte, la desigualdad de ingresos medida por el coeficiente de Gini (donde 0 es la igualdad perfecta y 1 la máxima desigualdad), alcanzó 0,519 puntos en el nivel nacional, esto es, sin diferencias significativas respecto al año anterior.
POBREZA POR REGIÓN DE PLANIFICACIÓN
La región Pacífico Central es la que presenta el nivel de pobreza y de pobreza extrema más alto con 34,7 % y 11,3% respectivamente (en 2019 esos indicadores fueron de 29,8% y 9,1 %).
La segunda región con un nivel de pobreza total más elevado, es la Chorotega con 31,7% de pobreza y 9,0% de pobreza extrema; es la región con el mayor crecimiento porcentual, de 11,5 p.p. y 3,6 p.p, respectivamente. En el 2019 los indicadores fueron de 20,3% y 5,4 %. respectivamente.
Las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte no presentaron variaciones estadísticamente significativas respecto al año anterior; el 29,8 % y el 28,6 % de sus hogares son pobres, mientras el nivel de pobreza extrema es de 8,2 % y 9,8 %, respectivamente.
Aunque la región Central siguió registrando los niveles más bajos de pobreza y de pobreza, con 23,7% y de 6,0 % respectivamente, es la segunda región con el mayor crecimiento en la pobreza total 6,7 p.p. y en la pobreza extrema, con 1,7 p.p.
La región Brunca presentó una mejora estadísticamente significativa tanto en la pobreza total como en la pobreza extrema, con una disminución de 3,8 p.p., al pasar de 30,3 % en el 2019 a 26,5 % en el 2020 y la pobreza extrema pasó de 9,2 % a 5,9 % en el mismo periodo (una variación de 3,3 p.p.)
INTENSIDAD Y SEVERIDAD SE INCREMENTAN
Los indicadores de brecha y severidad de los hogares en condición de pobreza aumentaron con respecto al 2019, tanto para el total país como en las zonas de residencia.
La brecha de pobreza -también conocida como intensidad-, muestra cuánto se aleja el ingreso promedio de los hogares pobres respecto de la línea de pobreza –su acceso a un ingreso que les permita satisfacer sus necesidades básicas, es decir, cuán pobres son.
Este año se situó en 10,1%, 2,1 p.p. más con respecto al 2019. En la zona urbana este indicador pasó de 7,6 % a 10,2 % entre 2019 y 2020, mientras en la rural pasa de 9,0 % el año anterior a 9,8 % este año.
El indicador de severidad de la pobreza, que refleja la desigualdad relativa que existe entre los hogares pobres, es decir, la concentración del ingreso entre los hogares pobres, registró 5,7% en el nivel nacional (1,3 p.p. más respecto a 2019), 5,8 % en la zona urbana (1,6 p.p. más) y 5,5 % (0,6 p.p. más) en la rural.
DECRECE EL INGRESO DE LOS HOGARES
El ingreso promedio por hogar es de ¢891,934 mensuales, lo que significa una caída del -12,2% respecto al año anterior, cuando se ubicó en ¢ 1’016,358.
Por persona, el ingreso se estima en ¢326,483 mensuales, una disminución de 13,2 % respecto al 2019, cuando se ubicó en ¢376,333.
En el nivel nacional, el ingreso promedio por salario disminuyó de ¢650,004 en el 2019 a ¢560, 143 en el 2020, lo que equivale a una baja de 13,8 %.
El Ingreso autónomo pasó de ¢165,958 en el 2019 a ¢107,325 en el 2020, lo que representa una baja de -35,3 %, pues pasó de ¢18,473 en el 2019 a ¢46,733 en el 2020.
Lo anterior fue compensado en parte por el crecimiento de los subsidios estatales y becas, principalmente por la entrega del Bono Proteger a aquellas personas que se vieron afectadas en su condición laboral.
Así, los ingresos por otras transferencias también aumentaron de manera significativa este año, pasando de ¢126.790 por hogar en el 2019 a ¢136.939 en el 2020, lo que equivale a una variación de 8,0%.
En esta fuente de ingreso también se consideran las transferencias recibidas por los hogares para mitigar la emergencia nacional, pero que provienen de otras instancias no estatales y corresponden al 3,2 % del total de esta fuente de ingreso.
INGRESO POR ZONA Y REGIÓN
En la zona urbana los hogares registraron un ingreso promedio de ¢987,435, mientras que en zona rural fue de ¢ 640,997; esto significa un 35,1 % menos ingresos promedio por hogar en la zona rural respecto a la urbana.
En comparación al año anterior, el ingreso promedio de los hogares disminuyó de forma significativa en ambas zonas: en -13, 7 % en la urbana y -5,7 % en la rural, producto de la emergencia sanitaria por la Covid-19.
En el ingreso por persona, se observó no solo una disminución significativa, sino, además, una mayor afectación en los hogares de la zona urbana.
El ingreso por persona en la zona urbana fue de ¢362,109 en el 2020, mientras los de la rural se ubicó en ¢232,870; un decrecimiento, con respecto al año anterior, de 14,8% y 6,0% respectivamente.
El ingreso promedio por hogar según región de planificación mostró que la Chorotega presentó la mayor disminución, tanto en el ingreso promedio por hogar, como en el ingreso per cápita: el primer indicador decreció 20,4 % respecto al año pasado (pasó de ¢863,590 en el 2019, a ¢687, 012 en el 2020), en tanto el ingreso per cápita disminuyó 23,5 %, al pasar de ¢309,463 el año anterior a ¢236,600 en este año.
Las regiones Central y Pacífico Central también mostraron una disminución estadísticamente significativa, tanto en el ingreso promedio por hogar, como en el ingreso per cápita.
En la región Central el ingreso promedio por hogar decreció de ¢1’194,486 en el 2019 a ¢1’034, 342 en el 2020, lo que corresponde a una variación de -13,4 % y en el ingreso per cápita fue de -14,4 %, quedando en ¢ 376 794.
Las regiones Brunca, Huetar Caribe y Huetar Norte, no presentaron variaciones estadísticamente significativas respecto al 2019 y los ingresos promedio por hogar se estimaron en ¢666,066, ¢687,810 y ¢644,673 respectivamente, concluye el INEC
