Siete proveedores de construcción y nueve de actividades vinculadas a la tecnología (informática, energía y telecomunicaciones) se encuentran entre los 20 principales protagonistas de las compras públicas en Costa Rica durante la última década.
Una revisión de los datos del Sistema de Compras Públicas que recopila la Contraloría General de la República, con base en la información que remiten las instituciones compradoras, permite elaborar la lista de los 20 mayores proveedores del sector público costarricense, en el período del 2014 a mayo del 2024. (ver recuadro)
En ese período, el mayor adjudicatario de compras públicas en el país fue la empresa de construcción Montedes, la responsable de realizar ventas por ₡331.790 millones, que ganó contratos en todos los años desde el 2014, pero que logró su mejor contrato en el 2022 (94% del total de sus ventas en la década), con una licitación para construir instalaciones deportivas al Comité Cantonal de Escazú.
En segundo lugar, aparece en los registros otra empresa de construcción: Meco, la cual logró licitaciones por ₡312.268 millones, también con presencia en todas las compras públicas desde el 2014, pero con grandes resultados particularmente en el 2016 (₡107.364 millones) y en el 2018 (₡65.088 millones).
La hegemonía de las constructoras la rompió, en el tercer lugar, el Centro de Lubricación para Supermercados, con ₡250.429 millones. Esta empresa logró contratos del 2014 al 2017, año en que logró su mayor licitación: ₡250 mil millones para dar mantenimiento y reparación a los vehículos oficiales, una licitación promovida por el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI).
En el cuarto lugar se ubicó otra constructora Hernán Solís, con ₡194.465 millones, que ha presentado un protagonismo decreciente: logró sus mejores resultados en el 2014 (₡82.290 millones) y en el 2016 (₡87.464 millones), pero en el 2021 solo obtuvo contratos por ₡759 millones, y luego no apareció en las siguientes recopilaciones.
Y, en el quinto puesto, aparece el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), única entidad pública de este listado de “top 20”, con lo que tiene una doble faceta de comprador, a la vez que es proveedor de otras instituciones, con ₡182.907 millones, y con un protagonismo creciente en este grupo desde el 2017. Además, es la primera organización que se dedica a servicios vinculados con la tecnología, tanto energía como telecomunicaciones.
Control de pocos
Se trata de un panorama en el que hay una importante concentración: los 20 principales contratistas lograron alrededor de ₡2.849.926 millones, al sumar las licitaciones que se adjudicaron. Esto representa un 25% de los ₡11.346.116 millones que alcanzaron, aproximadamente, las compras públicas en este período del 2014 a mayo del 2024.
Y hay algunos indicios de una tendencia a una mayor concentración: en el 2014, los diez principales proveedores representaban un 28% del total de las compras públicas reportadas. Pero para el 2023, la participación de los diez mayores oferentes representaba un 36% del total.
Empero, esto no quiere decir que se trate de un club totalmente cerrado; de hecho, los mismos registros sugieren que existe una alta rotación en cuanto al liderazgo de las compañías que comandan cada año el listado de las compras públicas, y pareciera evidenciarse, también, una tendencia a que se integren proveedores con una sola megacontratación, que los coloca en la crema de los proveedores (nota aparte).
Además, debe considerarse que las compras públicas también deben ajustarse a la realidad de los ajustes fiscales, lo que ha provocado, desde el 2019, una tendencia a la baja, interrumpida solo por un aislado salto en el 2022. La recopilación de los montos reportados muestra un panorama que se mantiene en los niveles del inicio de la década. (ver gráfico)
Dos modelos enfrentados
El recuento evidencia el dominio de empresas vinculadas a la construcción y a la tecnología: de este grupo de 20, aparecen siete que son firmas de construcción y nueve que están vinculadas a servicios de tecnología. (ver gráfico)
Los principales proveedores son complementados por dos empresas que brindan servicios para vehículos (una para la venta y otra para el mantenimiento de flotilla), una que ofrece servicios de seguridad privada y otra que se vincula a servicios de salud, en este caso, la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Las empresas constructoras mantienen bases sólidas en este grupo: aparecen tres en las primeras cuatro posiciones, y hay seis empresas vinculadas a este sector en las primeras diez posiciones.
Empero, hay polémica en las alturas: precisamente las tres primeras empresas de construcción, ubicadas en los cuatro puestos de delantera (Montedes, Meco y Hernán Solís) fueron salpicadas por el caso Cochinilla, en el 2021.
Edwin Castro Rodríguez, dueño de Montedes y tío del ex diputado Erwen Masís, fue indagado en ese 2021 como parte del escándalo por la acusación de entrega de dádivas a funcionarios de Conavi, mientras los dueños de Meco —Carlos Cerdas—y de Hernán Solís —Mélida Solís—, fueron acusados por el Ministerio Público en abril del 2024.
Diferente en la condición de las firmas vinculadas con áreas de la tecnología, casi exentas de polémicas… hasta que el tema del decreto 44196-MSP-MICITT del 2023, en el que, alegando aspectos de ciberseguridad, se ordenó excluir de licitaciones públicas por telefonías móviles de quinta generación (5G) a las empresas de los países que no ratificaron el convenio de Budapest, lo que deja por fuera empresas chinas como Huawei, que se ubica en la posición 16 entre los 20 principales proveedores del sector público.
En todo caso, las empresas vinculadas con la tecnología aparecen poco en el primer segmento de los diez principales compradores (el ICE y Ecological Solutions, vinculada a equipos de iluminación), pero son dominantes en la siguiente parte, de los puestos 11 al 20, con 7 compañías que se dedican a telecomunicaciones, soluciones informáticas o eléctricas.
El sector tecnológico aparece tanto en servicios de informática como en desarrollos vinculados con la energía y la electricidad y, aunque todavía están a la zaga en cuanto a los contratos de las firmas relacionadas con la construcción (48% frente a 31% en listado de primeros 20 en la década), han logrado consolidar su presencia.
No es el único ejemplo de dos modelos contrapuestos: puede señalarse que coexistan dos tipos de proveedores en esta élite de contratistas, los que aparecen con muchos contratos que los mantienen en un movimiento constante de participación y adjudicación de servicios, y los que aparecen gracias a un solo contrato, o uno muy grande, que lo ubica en estas posiciones.
En el primer modelo, principalmente se pueden citar constructoras como Meco y Hernán Solís, y empresas tecnológicas como Huawei, Componentes El Orbe y GBM, mientras que en el segundo aparecen constructoras como Montedes, Asfaltos Laboro, y tecnológicas como Telered Hanex y como INITEC Energía.
Es decir, no se trata de un modelo orientado al desarrollo de la actividad, sea construcción o servicios de otro tipo como informática. De momento, en la actividad de compras públicas conviven dos esquemas diferentes que son los que definen a los principales proveedores.
