País Ante escalada de violencia sexual y desidia estatal

Yolanda Bertozzi: No basta con retiro de guía; las mujeres siguen en manos de la policía, OIJ y Fiscalía

En Puerto Viejo la escalada de violencia sexual continúa y las activistas aseguran que no basta con que el gobierno retire la guía que hacía recomendaciones machistas y revictimizantes, pues la situación sigue sin atenderse apropiadamente.

Tras una escalada de violencia sexual en las costas del Caribe Sur, acentuada por la negligencia estatal y el retiro de una polémica guía para operaciones turísticas que contenía recomendaciones machistas y revictimizantes, las mujeres de Talamanca continúan entre la indignación y el cansancio, luchando contra un contexto violento que no cede.

Así lo resumió Yolanda Bertozzi, habitante de la comunidad y activista feminista. “Este es un contexto patriarcal, misógino, violento contra las mujeres, que no cede. Nosotras seguimos, entre la indignación y el cansancio”, comentó.

Bertozzi es parte de Unidas Talamanca, agrupación que lleva meses denunciando la violencia sexual y de género que viven las mujeres en la zona y la impunidad en que quedan los casos, a causa de mala aplicación de protocolos, prácticas machistas por parte de las autoridades y en general, una ausencia de la institucionalidad.

“Las mujeres de Puerto Viejo seguimos entre la indignación y el cansancio”, Yolanda Bertozzi, activista.

Días atrás, una nota del diario La Nación puso la lupa en una Guía de buenas prácticas de seguridad en las operaciones turísticas que contenía “recomendaciones” para las turistas, como evitar caminar solas por la noche, vestirse como las mujeres locales, mantener “el control personal” si beben alcohol, y más por el estilo (ver recuadro: Inamu pidió retiro de polémica guía para turistas).

Esto generó una serie de reacciones por parte de activistas y organizaciones, que repudiaron los contenidos. La tarde del martes 18 de enero, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) solicitó al Consetur sacar de circulación dicha guía. No obstante, dice Bertozzi, “la cultura patriarcal no cambia con que se retire la guía”, porque las mujeres siguen en manos de quienes produjeron ese documento y tienen esa visión misógina. A continuación, un extracto de la conversación.

¿Sabían ustedes que ese documento existía?

—Nosotras sabíamos que existía. La publicación de La Nación enfocó los puntos álgidos, pero la guía tiene casi 30 puntos y es que como ciudadana yo sé que las mujeres generalmente andamos así, cuidando dónde estamos, qué andamos puesto, quién nos está viendo, etc. pero que eso lo pongan en un documento emitido por instituciones del Estado y se lo den a las turistas, eso es otra historia.

En las instituciones hay una cadena de mando, por ejemplo, en el Inamu empieza con la presidenta, y ahí sigue todo el organigrama, donde evidentemente tiene que haber una persona que fue la responsable de eso, de dar ese visto bueno. Esas personas tienen que dar cuenta de lo que hacen, yo estoy segura de que es una planilla cara la que trabajó en ese documento.

Además, al Estado se le olvida que se debe a las personas que habitamos este país, y yo estoy segura de que nadie lo avaló, eso no pasó por el colador de la gente, de las organizaciones que están trabajando con las mujeres, porque no habría pasado.

Con esta guía, dicen las autoridades que se había capacitado gente, empresas y demás, ¿esa capacitación tenía algún efecto favorable?

—Hay varias versiones y formas de ver el problema, acá con algunas compañeras que hemos conversado han ido a capacitaciones y salían diciendo que eso no servía, que esa capacitación no servía.

En la práctica, francamente, yo no conozco muchos hoteles, ni hostales u hospedajes que lo practiquen. Hablan de que van a hacer cosas, los hoteleros dicen que van a hacer el esfuerzo, pero no sabemos qué se hace, en realidad.  Ahora nosotras vamos a sacar unos afiches y vamos a empapelar los hoteles, los hostales y las calles porque las chicas tienen que saber lo que pasa.

Hace unos días ustedes nos contaban que, tras mucha alerta, el Inamu finalmente les había prestado atención. Considerando ese contexto de acercamiento, ¿cómo recibieron esta noticia relacionada con la guía?

—Imagínese. Estamos entre la indignación más grande y el cansancio más extremo.

Ahora con el escándalo nos vuelven a ver y nos toman en cuenta. Eso está perfecto, pero es que nosotras no somos las encargadas de estos temas, no somos el estado. Una puede hacer un aval, una práctica con un grupo de mujeres a ver qué piensan, para que se vaya haciendo una práctica de avalar o no las guías, pero no somos el Estado, hay una burocracia que no hace lo que le toca hacer.

Yo por el Estado de Derecho vivo y muero, pero no por la burocracia. Desde la sociedad civil tenemos que exigir que el Estado haga lo que le corresponda. Alguien tiene que responder por esto que sucedió.

Contemplando la responsabilidad estatal y que la primera reacción del Inamu fue defender el espíritu del documento, ¿les basta a ustedes que ahora lo saquen de circulación?

—No, es que no nos puede bastar porque toda esa planilla burocrática ahí sigue. Ahí sigue el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los de la embajada americana, los de la policía, los del Ministerio Público.

No basta retirarlo porque la cultura patriarcal no cambia con que se retire la guía. No basta, las mujeres seguimos en manos del Ministerio Público, del OIJ, de la Policía, de la gente que escribió esa barbaridad, ellos van a seguir ahí con esa misma mirada machista.

¿Cuáles consideran que son los principales problemas que se evidenciaron con esta discusión?

—La cuestión medular es que las instituciones tienen la noción de que las mujeres siguen siendo responsables de las violaciones, de los abusos, y eso es producto del contexto patriarcal, misógino, violento contra las mujeres que no cede.

Nosotras seguimos entre la indignación y el cansancio, porque no paramos, no hemos terminado de atender una cosa cuando pasa otra. Es agotador luchar contra la estructura del Estado, agotador, indignante y frustrante.

Acá nos sostiene que el grupo es bastante combativo y no estamos bajando la guardia, aunque ya hemos empezado a recibir amenazas y groserías. Pero no importa, vamos a seguir.

Ya que menciona esas reacciones, ¿cómo ha estado el ambiente en la comunidad, hay resistencia por parte de los hombres?

—Las mujeres de la comunidad, la gran mayoría está apoyando, incluso hay mujeres empresarias recogiendo algún dinerito para necesidades inmediatas de la atención a emergencias y muchas personas que se acercan a preguntar cómo ayudar, mujeres mayormente.

Los hombres, hay unos que están en silencio. Cuando hicimos la marcha sí se notaba que había mucha violencia en los rostros de algunos, no vamos a generalizar, pero sí hay algunos hombres muy furiosos, muy molestos. Es que la misoginia se alborota cuando las mujeres salimos a la calle. Eso es un hecho. Pero bueno, no hay otra manera, hay que enfrentar ese poder y esa masculinidad tóxica, por eso vamos de frente.

¿Sigue teniendo presencia la policía, ya están ahí las funcionarias del Inamu?

—Hoy que estoy en el centro de Puerto Viejo no veo mucho movimiento de policía, no se ven como los días anteriores.

La atención de Inamu sí me parece excelente. Estuvimos acompañándolas y dando un poco de inducción y empezaron a llegar mujeres, que me alegra mucho, ellas son súper profesionales. Tuvimos una conversación larga, dándoles nosotras insumos locales, porque nosotras hemos estado haciéndole frente y batallando con esto.

Cuando conversamos con Marcela Guerrero, ella nos habló de iniciativas de empoderamiento y autodefensa. En la experiencia de ustedes, ¿es posible trabajar estos temas, desarrollar estrategias para minimizar el riesgo o defenderse, sin responsabilizar a las mujeres de lo que pueda pasarles?

—Sí, sí las hay y lo hemos comprobado. Acá hay chicas que llegaron al colectivo tal vez muy tímidas o muy jóvenes, que les cuesta hasta hablar en público, pero van a un taller con Hannah Gabriels y poco a poco van encontrando o transformando ese poder interior.

Todas las mujeres y las personas en general tenemos una fuerza y un poder interior, pero eso hay que sacarlo, y si no lo sacamos con técnicas adecuadas ahí se queda. Esa fuerza interior de las mujeres es la única respuesta que tenemos, lo único que nos puede llevar adelante a ganar estas batallas.

Lamentablemente, yo no puedo esperar que la policía me defienda, que el OIJ me defienda, aunque tampoco voy a dejar de exigirles que lo hagan, porque para eso están.


Bertozzi es abogada, escritora y activista, además es integrante de Unidas Talamanca, organización que desde hace meses ha denunciado la violencia sexual y de género que acecha a las mujeres y el abandono estatal de la zona. (Foto: Casey Childers).

Inamu pidió retiro de polémica guía para turistas

Tras una ola de indignación por las recomendaciones revictimizantes y machistas que se emitieron en la Guía de buenas prácticas de seguridad en las operaciones turísticas, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) solicitó al Comisión Nacional de Seguridad Turística (Consetur) sacar ese documento de circulación.

La solicitud la emitió la presidenta de la entidad, Marcela Guerrero, quien además solicitó que se incorpore “de forma inmediata” a funcionarias del INAMU y a colectivos de mujeres en esa comisión.

El pasado lunes una serie de notas periodísticas destacaron las “recomendaciones” que se hacían en la mencionada guía que, entre otras cosas, sugerían a las mujeres turistas evitar caminar solas por la noche, considerar las “diferencias culturales” procurando vestir como las mujeres locales o tener cuidado de mantener “el control personal del entorno” si beben alcohol.

Además, sugerían tener cuidado “con los mensajes que una actitud muy amistosa o de confianza puedan generar” pues “muchas situaciones de riesgo o de abuso de confianza se generan a través de la percepción errónea de este tipo de interacción”, según el documento.

Cabe destacar que la guía fue elaborada por la Consetur, en la que participan el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio Público, el Organismo de Investigación Judicial, la Embajada de Estados Unidos, el Instituto Costarricense de Turismo y la Cámara Nacional de Turismo. Además, contó con el aval del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), que celebró su publicación en junio de 2021 (según consta en https://www.inamu.go.cr/ict-e-inamu-lanzan-programa-para-mujeres-viajeras).

La publicación, que se enfocó en estas lamentables recomendaciones, despertó la molestia de colectivos de mujeres, organizaciones sociales y activistas, así como de diputaciones y aspirantes a cargos públicos.

Finalmente, la presidenta del Inamu comunicó que la institución “como mecanismo estatal de derechos humanos, no puede ni debe avalar ningún documento cuyo contenido traslade a las víctimas la responsabilidad en los hechos de violencia sexual y de ningún tipo de violencia” y ordenó su retiro.

La noche del martes el gobierno emitió una disculpa dirigida “a todas las mujeres” por los “errores” en la mencionada guía e informó que se construirá un nuevo documento bajo el liderazgo del Inamu, “para garantizar voz del ente experto en estos temas”.

UNIVERSIDAD constató que en horas de la tarde del mismo martes el documento fue retirado de la página del Instituto Costarricense de Turismo, donde se encontraba disponible para consulta.


 

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